viernes, 10 de octubre de 2008

UNA CRÍSIS TERRIBLE, UN PROBLEMA DE MODELO (III)

El gran problema se debe, en última instancia, a nuestro modelo socioeconómico y a nuestro modelo nacional (cuestión en España surrealista) ... y sus bases sustentantes.
b.1. - Por ejemplo, en primer lugar, no existe acuerdo político entre los dos grandes partidos nacionales y nadie ha aclarado aún - en nuestra nación - el futuro de los tres problemas básicos, problemas que sustentan todo: agua, energía, transportes.
- Agua: ni sabemos existe un PHN o Plan Hidrológico Nacional coherente, lo cual no es opinión.
-Energía: ni sabemos existe una política energética seria que pueda aliviar la pesada factura energética que estamos padeciendo crecientemente los españoles (y no solamente en relación a las energías alternativas, las cuales son caras, sino el fomento directo - palabra tabú - de la energía nuclear). Lo cual no es opinión.
- Transportes....¿cuándo se incentivará masivamente entre ciudades españolas, o a ciudades españolas, el ferrocaril vista su baratura , ante el encarecimiento de los transportes masivos (específicamente de mercancías) por carretera? ¿Antes o después muchos transportes se paralizarán por su costo?.
b.2. - Por ejemplo, en segundo lugar, ¿cómo olvidar el problema del desempleo español?
El monocultivo económico español centrado y polarizado, crecientemente, en servicios, la industria del turismo y, sobre todo, en la construcción, debe evidentemente cambiar. No se hable de las estadísticas oficiales las cuales, en primer lugar, no reflejan la realidad del desempleo (mucho mayor de lo que se dice). Ni se hable de otras cuestiones.
Igualmente es preciso tener en cuenta que, hablando en términos ahora monetarios y con repercusiones socioeconómicas muy claras para la sociedad española, estemos bien ante un serio riesgo de brutal deflación, o el nacimiento de un largo proceso continuo de estanflación, el primer problema económico que nuestros gobernantes, muy pronto, van a tener que afrontar (visto que en cinco años, alertan muchísimos medios, parece no ha existido seria preocupación sobre esta cuestión) es doble:
- ¿El modelo socieoeconómico, entendido como orientación en las actividades productoras de bienes y prestadoras de servicios, por parte del mundo de la empresa y actividad económica, cambiará o no cambiará? Es, por ejemplo, imposible seguir en el proceso de especialización económica de una economía basada crecientemente en un suelo público urbanizable abusivamente caro, como en viviendas más caras aún para la realidad económica de las familias españolas. Es curioso, a éste respecto, que determinadas autoridades polacas pusiesen a España (nación que se ha olvidado de la industria en realidad) como ejemplo del modelo socioeconómico y productivo a no seguir.
¿Cuál es, por ejemplo, ya la abrumadora cantidad de viviendas nuevas construídas y vacías que no se venden?
- Las fuentes de financiación privada (bancaria) se agotan a la vez que esta crísis acecha nuestra España simultáneamente con la antes o después inminente extinción de los fondos europeos.
El problema se agravará en muchas regiones españolas, algunas como Andalucía con dimensiones , como región, de pequeñas naciones europeas
¿El modelo estatista creciente, basado en la superposición de tres administraciones coexistentes, está teniendo en cuenta esta realidad inequívoca? Se trata de hablar en esta entrada de posibilitar el trabajo, naturalmente, en el sector privado. La supervivencia colectiva pasa, obviamente, por asegurar las condiciones para que no se destruya más empleo (se reintegre, por ejemplo laboralmente, un gigantesco trasvase de trabajadores del sector de la construcción a otros), reforzar las condiciones de los trabajadores autónomos y favorecerlos, y, se olvida esto, favorecer la economía real y cotidiana. Y la economía real y cotidiana, para la abrumadora mayoría de los españoles, pasará y pasa por dichas microempresas, y una significativa parte de ellas lo serán, y son, de carácter familiar.
Pues en esta entrada se anuncia, se espera no sea agoreramente, sobre ello se hablará, un serio riesgo de masiva desaparición de nuestras clases medias.
- Y simultáneamente ante ésta realidad, desde el sector bancario (el cual es un oligopolio) , por ejemplo; ¿ se van a redireccionar las directrices y tomar medidas para asegurar la financiación de pequeñas y medianas empresas - entiéndase microempresas en ésta entrada - que suponen el 80% del empleo contabilizado español y más del no contabilizado?
Pues la problemática del paro que viene, en la sociedad española de principios del siglo XXI, será terrible : y nuestra sociedad ya no está organizada como la sociedad española entre los años setenta y principios de los noventa, en donde (cuestión estudiada por sociólogos, así como estadísticamente) la institución de la familia tradicional española soportó y amortiguó el shock de la terrible crísis de aquellos años, ante la indiferencia de un sector sustancial de los políticos entonces quienes, dicen sus detractores, por muchos años no tomaron serias medidas para encauzarla. Recuérdese la generación del baby boom, los nacidos entre los sesenta y muy avanzados los setenta, fué masivamente arrasada.
Todas estas reflexiones son muy someras y, naturalmente, simplican una realidad muy compleja, una problemática sobre la cual habrá que explayarse en su momento.