miércoles, 30 de julio de 2008

HISPANIA Y ESPAÑA (IV)

I. EUROPA Y CHINA

La discusión sobre las esencias en y de Europa, en nuestros días, se polariza en torno a dos ataques simultáneos.
Estos ataques se aplican, igualmente, en nuestra España hoy; una de las realidades nacionales singularizadas en su esencia (término nada filosófico, y se verá en su momento) por dos mil años dentro de ésa Europa que históricamente se desarrolló a lo largo de dos mil años.
Estos dos ataques se desligan del presente además. Pues, en el presentismo de las estructuras educativas de acción/transformación parece que europeos y españoles ... nacimos ayer.
Es interesante constrastar la realidad de la cultura China o Han, a éste respecto, y contrastarla con la realidad de Europa y de España.

- a. El ataque primero: Europa, realidad abrumadoramente y masivamente culturalmente judeo cristiana, se edificó en torno a una religión considerada poco menos que criminal según sus detractores. Una religión que afirman destruyó el Imperio, lo cual es muy matizable como mínimo. Eso sería muy discutible visto que éstos críticos tienen todo el acceso a la sabiduría antigua precisamente ... gracias a ésa Religión (incluso algunos críticos neopaganos, permitidos en nuestra cultura europea sociológicamente cristiana, montando en Internet un caos en relación a similitudes entre mithraísmo y cristianismo).

- b. El ataque segundo: Europa, dicen, histórica y culturalmente se edificó en torno a la explotación de sus pueblos. Es cierto que la gauche caviar europea, en el periodo radical de su adolescencia política, y antes de imponer las desconstrucciones masivas características de las culturas del postmodernismo, después de Mayo de 1968, detectó que en los pueblos europeos se impuso, en el decurso de los siglos, una rígida estratificación social a diferencia de la cultura Han.
Y también que, en Europa, no existió la autoconcienciación del pueblo en sí como en la Cultura Han donde, por ejemplo, los campesinos Han se identificaron todos entre sí por dos mil años en torno a unos cientos de linajes para saber; de dónde vienen, quiénes son, y a dónde van.
Pero existe una diferencia sustancial: pese a todas las monstruosidades causadas por el proceso político del maoísmo, los comunistas chinos fueron desde su nacimiento y siguen siendo, en última instancia, un partido de mandarines y siguen amando su más que bimilenaria cultura, pues saben que fué el pueblo quien la creó y posibilitó en última instancia.

c. Unas breves reflexiones sobre éste primer ataque, explicitado supra, nunca son una disgresión...
El resultado del proceso político, militar, económico y social entre los años 406 y 482 fué que, a finales del siglo V, lo que fué el poderosísimo Imperio occidental, plasmado en la Notitia Dignitatum administrativamente, había desaparecido.
Solamente la Iglesia (en rigor, las Iglesias por la autonomía local entonces existente) en torno a sus obispados se convirtió en la única institución consciente de sí con un carácter universal.

El paganismo desapareció progresivamente en los siglos siguientes abandonando la escena histórica. Una compleja serie de causas coadyuvaron a ésta desaparición.
El cristianismo, al actuar de manera relativamente centralizada, se convertiría en primer lugar en un crisol absorviendo, por ejemplo, innumerables elementos del paganismo.
El paganismo tradicional del Occidente del Imperio, recuérdense entre otros muchos las descripciones de San Agustín, estaba identificado entre religión supraterrena y estado político romano. El hundimiento del estado, los sucesivos saqueos de Roma a lo largo del siglo V, rompieron el cordón umbilical entre la Ciudad madre y cada una de las innumerables ciudades de Occidente. Además, el paganismo tradicional tenía su sustento último, cuando la Casa Imperial decidió cristianizarse, en el mismo Senado de Roma.

El poderío del paganismo parecía casi incólume a principios del siglo V; es muy posible que el intento de Restauración del paganismo, bajo Eugenio, acelerase el proceso de crísis política en Occidente.
Igualmente es muy posible que Estilicón, el Regente del Imperio, cristiano por cierto, a principios del siglo V ddC, trató de restaurar de nuevo la capitalidad política de Roma y actuar en consenso de nuevo con los paganos. El mismo Santo Padre aceptó esto posteriormente.
Los grandes señores paganos del Senado actúaban e influían en la misma capital como en numerosas ciudades del Occidente o en las provincias en las cuales poseían tantas propiedades. Este partido político encubierto aún existía en 418; recuérdese la Oda a Roma del Senador pagano Rutilio Namaciano, y reflexiónese sobre lo que dice en realidad, analizada en su contexto social y político, y esta Oda surge un año después de la Historia Universal de aquel joven brillante que anunciaba la desaparición de Roma. Igualmente, a través de las fuentes escritas y literarias cristianas es evidente la presión ejercida contra ellos por los maniqueos y paganos.
El paganismo, en Occidente, tenía dos dimensiones diferentes sin embargo y estaba disociado en sí; una eran los cultos locales preromanos en las áreas campesinas , otra los cultos oficiales del panteón romano en las ciudades o la persistencia de las religiones mistéricas en ellas, otra los sincretismos intuitivos entre religiones por los fieles consecuencia de una cultura cosmopolita.
¿Parece extraño, ésta constatado en textos, que una madre encomendase a su hijo a la madre de Todos los Dioses y a la Virgen María simultáneamente entonces?
El proceso de crísis del Senado no es del todo bien conocido: de una parte se sabe que los Senadores prefirieron progresivamente vivir en las provincias. Y de otra que, si esos Senadores seguían en teoría siendo siendo los depositarios teóricos de la sabiduría antigua, un sector a lo largo del siglo V ddC decidió llegar a acuerdos con los bárbaros, y el de los Senadores que quedaron centralizados en Italia como el mismo Senado fué exterminado en el siglo VI por orden de un Rey visigodo.
Solamente grupos determinados de seres humanos, con una profunda autoestima y una conciencia fuerte de sí, podrían sobrevivir en éste caótico proceso de los siglos siglo V y VI : eran, de una parte, los judíos agrupados y alfabetizados en torno a sus Sinagogas y, de otra, los cristianos regidos por Obispos y Papa pastoreando, a su pesar, Papa tras la hecatombe y a mediados del siglo VI, una inmensa urbe en ruínas e innumerables ciudades en regresión o en ruínas; eso sí, Roma era y seguiría siendo un grandioso símbolo nutricio para casi toda Europa por mil años siguientes.
El cristianismo tenía, en esos instantes históricos , tres bazas a su favor esenciales.
Una, en relación con las masas; era una religión proselitista, de vocación universalista y con un mensaje, lo recuerda el pagano Amiano Marcelino a finales del siglo IV, muy simple y absoluto. Frente a él los cultos paganos, muchos de indudable grandiosidad moral, con verdaderos santos en su vía específica incluso, elaboradas teologías politeístas destinadas a elites, y complejos procesos iniciáticos, dejaban dicen indiferentes a las masas.
Dos, en relación a las elites, y por la fuerza de la circunstancias, se convirtió finalmente gracias a su fuerza implícita en el depositario de la sabiduría antigua.
Tres, pese a cualquier autonomía que digan estaba centralizado en Roma.
Cuando los bárbaros sobre el extinto suelo del Imperio fueron asimilados, y Roma en la Alta Edad media evangelizase toda Europa, a la par que Constantinopla, empezó la segunda romanización de Europa, una segunda romanización que duraría mil años más.

II. EUROPA (ESPAÑA) Y CHINA DE NUEVO.

Mandarinato. Mandarines. Se habla de ellos no como casta administrativa y cultural sino como casta cultural. La diferencia esencial entre Europa, como área histórica y cultural singularizada en sí por dos mil años casi, y China como área histórica y área cultural, radica en dos variables de mandarinatos.
El mandarinato europeo , desde hace mil quinientos años, nunca consideró la realidad terrenal como algo inmutable y fijo en sí, como lo hizo el mandarinato del Imperio chino; ni consideró la Europa Romana et Christiana como Teocracia en la tierra como lo haría, por el contrario, posterior y abrumadoramente, la naciente área de la Cultura islámica.
Desde el siglo V y como constante histórica el nuevo mandarinato europeo, hasta implícitamente mediados del siglo XX , disoció el poder político y temporal del religioso de una parte (algo que no ocurrió ni en la Cultura china ni en la Islámica). Y ése pequeño, e inadvertido, detalle permitiría también el proceso histórico de la Ilustración en el siglo XVIII, sobre el cual se habla mañana.


Ésa es la realidad que los chinos Han, desde su Cultura, finalmente saben y ven palpablemente sobre Europa...y ven, también, en España.
Una religión centralizada y organizada, en sus análisis (con todas las crísis posibles y herejías lógicas dentro de ella) es algo adorable en su apreciación para transmitir a los colectivos por mil quinientos años, o dos mil, una conciencia de sí.
Una cultura, incapaz de unificarse políticamente pues el mandarinato cambió por las circunstancias atomizándose políticamente, pero mandarinato religioso y laico siendo siempre sustancialmente conservador como el de la Cultura China; reelaborándose sobre sí misma, hasta hoy.
En la Era de la Antiguedad, como consecuencia de la Crísis de los grandes Imperios, la primera Europa, a diferencia de China, perdió su mandarinato terrenal centralizado hace mil quinientos años . Los funcionarios romanos desaparecieron en Britania, Hispania, Italia, todo el Sur del Eje Rin Danubio, Africa; mas éste mandarinato fué sustituído por otro...excepto en la fina franja costera romanizada de África, donde nuestra Europa desapareció administrativa y culturalmente, excepto en algunos enclaves aún en nuestros días hispanos y españoles.
Y, por dos milenios, Europa conoció, abrumadora y hegemónicamente, como lengua culta, el latín y el alfabeto latino, modificado después por la letra carolingia; como en China más que bimilenariamente existió el Chino de los mandarínes y su alfabeto, que en éste caso Mao decidió simplificar, es decir, democratizar.
Y, a partir de ésta realidad sustancial, que informaría todo, viene todo lo demás.
El Derecho...todos los derechos europeos se edificaron en torno al substrato del Derecho Imperial romano cristianizado y el derecho canónico de la Iglesia y las Iglesias.
Las lenguas.
Durante dos mil años Europa, extendiéndose progresivamente, ha sido un espacio cultural dinámico y con características propias, y ello pese a su atomización étnica y política. Las dos lenguas previas del Imperio impregnaron todas las lenguas europeas, bien por su evolución, bien por su influencia en todas las bárbaras.
Un español, en el siglo XVI náufrago de la Invencible, alguno hubo; o viajando como turista en el siglo XVIII, fuese en Estocolmo o Londres, algunos hubo, se trataba con ingleses o suecos en latín, no necesitaba saber inglés, o viceversa español el londinense.
Un europeo bien alfabetizado, por ejemplo, hasta hace treinta o cuarenta años podía viajar a cualquier punto de Europa, desde Oslo hasta Cádiz, desde Londres hasta Varsovia, Viena y...comunicarse, aparte de en inglés, o en francés... eventualmente en Latín.
Idioma que sigue siendo lengua oficial de la Iglesia católica universal y del Estado vaticano desde hace dos mil años.
Todo esto que se está describiendo es y era nuestra Hispania o España también.

Las Artes...el arte occidental europeo parte también de Grecia y Roma y las modas estilísticas autoidentifican a todos los europeos abrumadora y hegemónicamente esos dos mil años, con algunas peculiaridades regionales ciertamente o locales. Cada periodo histórico se plasma maravillosamente en las Artes, acorde a sus circunstancias, de un extremo a otro del continente. La Educación..los principios educativos y pedagógicos contenidos en Séneca, basta releerlos, son una matriz irrenunciable, hasta nuestros días, en Europa y en España.
La Literatura ; ¿para qué seguir?

En nuestro bachillerato estudiábamos y leíamos a autores paganos. César, Virgilio, Cicerón, en español y en latín.
¿ Era acaso supuestamente clasista que todos los jóvenes leyesen y compartiesen, incorporando a su patrimonio espiritual o intelectual, la sabiduría de aquellos grandes hombres en los Colegios?
Reléanse las frases de Cicerón sobre la política y religión, sabiduría y vacuna para jóvenes de 16 años posibilitada por un sistema educativo confesionalmente católico.

Virgilio: "Romano...tus Artes son imponer por Edicto las Leyes de la paz entre las naciones, de perdonar a los vencidos, de domar a los soberbios".
Un jovencito lo dijo en un Colegio claretiano, un día, a principios de los setenta.
- "Es que éso es clasista y está en latín...".
- "Ah, pues nada, apréndase usted ... la traducción en latín hispánico , y de memoria, al canto" dijo el expeditivo (y tolerante) profesor que nos enseñaba la lengua latina en un Colegio en la ciudad hispalense.
Ésta anécdota la vivimos una serie de alumnos perplejos en Áula, tiempos autoritarios y de la oprobiosa; y el jovencito que dijo éso en Áula tenía sus padres afiliados a un partido de ultraizquierda entonces ilegal. Ése jovencito, en su caso totalitario leninista, no entendía, sí éste profesor, ni la esencia de nuestra Europa cristiana, ni al pagano Virgilio también interiorizado por ella.


P.d. Los derechos están siempre reservados. Estas modestas entradas pueden descargarse, copiarse, saquearse , citarse, difundirse; pero siendo éstas entradas obra del historiador que las redactó y humus de la mente, en expresión tolkieniana (nada se leyó al redactarlas) hagan el favor siempre de ; a. citar su procedencia e, importante, b. absténganse de comerciar con éstas entradas.


martes, 29 de julio de 2008

HISPANIA Y ESPAÑA (III)

I. UN RELATO DE NOVELA HISTÓRICA

Cuando desde Roma o Rávena, tras los pertinentes destrozos, superado el caos inicial, se decidió asentar a los bárbaros en Galia e Hispania ordenando a los propietarios de tierras aceptar la Tertia, y ceder la tercera parte a aquellos bárbaros, ocurrió un nuevo problema, por muchas leyes que prohibiesen el matrimonio entre súbditos del Imperio y bárbaros...

El maduro Marcus, curial de una ciudad, debía asentar en la tercera parte de sus tierras una familia extensa de alanos.
Imaginese la pregunta del bárbaro y noble alano, con cabello untado en mantequilla rancia a modo de fijador, cubierto de mallas, al propietario Marcus, quien aparentaba ser decadente y envuelto en una toga de mil pliegues bajoimperial , agitándose éste un abaniquito, sobre los hijos de su matrimonio con Marcia ;
- "¿Hacen el servicio militar?"
- "Ah, no, no vayamos a frustrarlos; además, para eso están ustedes".
Marcus meditaba tristemente sobre el hecho que los hispanos se negasen a hacer el servicio militar desde casi trescientos años atrás...época de Adriano.
-"Miren ustedes, la vida es lucha" respondía el bárbaro. Ligero sobresalto de Marcus y el alano analizando de reojo el grupo de fornidos guardaespaldas detrás que rodeaban al poderoso romano. El alano observaba a los celtas hispanoromanos de Gallaecia, y el grupito de vascones que hablaban latín hispánico y perjuraban a sus divinidades en euskera, y hacían buenas migas cantando sus canciones melodiosas de acuerdo con los alanos.
- "Qué bah", rezongó despectivamente Marcus, moviendo descuidadamente su túnica, " la vida es cazar, placer, reir y beber" ( esta última frase es un auténtico texto conservado en un mosaico) .
Mientras los adultos trataban de limar los choques culturales, los adultos alanos e hispanoromanos felices por haber fingido engañarse mutuamente, todas las hijas de los poseedores , y menos poseedores de la Comarca, miraban, con ojos brillantes , a esos jóvenes guerreros bárbaros.
Y al revés naturalmente; el alano cabeceaba preocupado, pues su hija , la niña de sus ojos y sílfide rubia, desaparecía por las noches, paseando con el hijo del possessor, "un poco raro porque lee" decían las gentes de la comarca, quien se dedicaba a leer libros en la Biblioteca octogonal de la Villa, y le dedicaba poemas inacabables y lacrimosos. L´amour, toujours l´amour.
Poemas posteriormente recitados por él en el teatro de la cercana ciudad en los Juegos literarios; como ocurría en nuestra provincia no hace muchos años en todas las Fiestas de Primavera, en todas las localidades, y participaban en ellas jóvenes de todos los grupos sociales.

Los bárbaros Tampoco entendían, sobre todo en las grandes ciudades, tras el momentáneo susto de algunos saqueos espectaculares, y cuando el estado decidió suministrales comida y asentarlos, tantos séquitos de altos funcionarios con servidores, todos dedicados al servitium, que hoy en Hispania y en nuestros días se llama, aún, servicio al estado.
Illustrisimus, Magnificus, Excellentissimus, Splendidissimus, Illustres...títulos esenciales para quienes los portaban y exigían su vigencia administrativa, verdadera obsesión en Hispania hasta hace nada de tiempo aún en nuestra administración siempre romana y romanizada.

Y los grupos bárbaros, ahora dispersados por los funcionarios Imperiales, agrupaciones tribales colectivas de seres libres , no entendían tampoco a tantos ciudadanos ociosos, a lo largo de cien, doscientos, trescientos cuatrocientos años según les explicaban, dispuestos a recibir su sustento del estado, o de la anonna de las ciudades importantes, o de las ecclesias. "Ah...¿y por qué?" preguntaban los bárbaros. "Es que son ciudadanos..."
Ése mundo que conocieron, en aquel momento histórico los bárbaros, aunque aparentemente y superficialmente cristianizado, era peculiar. El amable Marcus juraba por los viejos Dioses cuando iba a la ciudad un día a la semana, y allí se reunía con sus amigos curiales para comentar los chismorreos de Roma, Tarraco, Caesaraugusta (Zaragoza), Hispalis . Y las mujeres de la Villa, al volver él, cantaban canciones cristianas, para su desesperación, que hablaban de florecitas, pajaritos, pececitos y amor....

II. UN ESTADO ATENAZADO POR FUERZAS CONTRARIAS

El estado romano del siglo V, es decir, quienes lo regían, se veía atenazado por fuerzas contrarias.
Mil quinientos años después Hispania sigue, de nuevo a otra escala, similar camino, y mañana se explicará esto.
La diferencia, en éstos procesos históricos, hace mil seiscientos años u hoy, está en la ubicación geográfica del poder, no en el proceso histórico, el cual ofrece - en una serie de cuestiones irrenunciables - en las intenciones una imagen sustancialmente similar.

a. El estado - desde Roma, en realidad Rávena - pretendía combinar un gobierno paradójico pero necesario, basado en dos realidades. La primera, desde la base y por las distancias, aceptaba una radical descentralización administrativa, basada en el modelo de las ciudades autónomas en sí pero asimilándolas crecientemente y supeditándolas al estado.
Superpuesto a él la progresivamente compleja superestructura administrativa ... junto con una chirriante maquinaria centralizada, reflejada en la Notitia Dignitatum.
Imagínese el amable lector, entonces, el absoluto lío de funcionarios discutiendo unos con otros. Hoy acontece en Hispania un problema doble; de una parte con la problemática suscitada con las competencias europeas. y otro muy serio con las competencias del estado como tal.

b. El estado, igual que en nuestros días, de una parte tenía la intención y quería restaurar la antigua Virtus (Virtud) de romanos así como de los hispanoromanos entre ellos, por eso, intervino crecientemente en la enseñanza.
Mas el modelo de la Virtus, ¿era la recia Roma de las costumbres de los antepasados más mayores, en la época mítica de la República y previa al Imperio, un ideario conservador hoy también en un sector en Hispania; o era consolidar la Roma de la disolución de costumbres y de la aparente desnacionalización, según muchos conservadores era el ideario de los progresistas?
Y existía entonces, como en nuestros días, al mismo tiempo que el intento del estado de regularlo todo, y de jerarquizarlo todo, una creciente y profunda inseguridad jurídica.
El sistema jurídico del Bajo Imperio evolucionaba, paradójicamente, como el actual en Hispania en una cuestión: antes, gruñían los curiales conservadores, era el marco legal el que determinaba la existencia de los colectivos y de los individuos.
En esos momentos desde mediados del siglo III ddC hasta finales del siglo V eran, por el contrario, las circunstancias ... las que imponían progresivamente el derecho , lo que, por desgracia, empieza a ocurrir en Hispania de nuevo.

c. En aquellos instantes históricos, como hoy salvando las distancias, y valga como explicación históricista que no histórica, existían tres realidades en colisión. Todo esto que sigue es una aproximación histórica y explicativa naturalmente. Los bárbaros serían, ellos inconscientemente, un catalizador progresivo para la disolución.
Primero, un estado supranacional en expansión, entonces encabezado por el llamado Clan de los Eunucos ; entonces era el estado BajoImperial, cuya estructura administrativa estaba plasmada en el documento llamado la Notitia Dignitatum. No estaba localizado en Roma sino en Rávena. Hoy sería algo así como la Unión Europea y su temida burocracia, en realidad muy exigua.
Tenían a su favor entonces aún dos cosas; controlaban el BOE dirían hoy en nuestra Hispania de principios del siglo XXI y controlaban la Hacienda centralizada.
En segundo lugar Identidades entiéndanse prenacionales (las reformas dioclecianeoconstantinianas prefigurarían, según algunos, las grandes naciones del occidente europeo), regionalidades emergentes - y crecientemente conscientes de sí - dentro de esas identidades entonces prenacionales, geográficamente y culturalmente romanas.
En tercer lugar lo que finalmente destruirían inconscientemente los bárbaros; las ciudades. Cada ciudad se unía por sí misma directamente a Roma, fuese de acuerdo con la antigua religiosidad pagana, fuese de acuerdo con la nueva cristiana.

d. Mas nunca acaba de pensarse, en ésta realidad histórica, en la problemática de la educación. Hace mil quinientos años, como hoy, existe un elemento esencial para justificar los cambios políticos: el instrumento de la educación. La educación entendida administrativamente es esencial para consolidar la autoconcienciación de colectivos.
Una de las medidas esenciales, decididas en un momento del proceso histórico del Bajo Imperio occidental (¿quién lo hizo?), era crear y consolidar en Roma una gran Universidad Imperial a la cual acudían jóvenes de todos los lugares, desde Britannia hasta Túnez, desde Suiza hasta Sicilia, desde Lisboa hasta otros lugares: una vez cursados sus estudios estos jóvenes eran destinados al servicio de la administración, y a otras cuestiones.
Esta realidad fué creando algo esencial por siglos: gestaba un mandarinato administrativo. De esta forma el patriotismo local indudable de las ciudades estaba reforzado por el aparato administrativo superpuesto. Y si no hubiesen existido bárbaros...
Destruir estas inercias históricas a veces es sencillo: hay dos modos decididos desde las alturas, siempre por razones militares y políticas basta un golpe salvaje y fulminante minuciosamente preparado,decidido desde las alturas por un enemigo exterior; o bien vaciarlas súbita o lentamente desde dentro.
En el primer caso hubo dos bárbaros quienes pudieron hacerlo. El bárbaro Alarico, en realidad Patricio del imperio, cuando saqueó ligeramente Roma en 409, nunca pensó en ello obviamente. Sus intenciones no eran contra Roma sino para expresar cuál era su poderío y el de su pueblo. En realidad amaba tanto a Roma que casi murió enloquecido por haberla profanado cuando tenía encomendada su Custodia.
El bárbaro Genserico, sin embargo, lo sabía de sobra cuando, en la guerra de 454- 455, saqueó Roma de manera metódica y científicamente; entre otras actividades planificadas destruyó esta Universidad y dispersó a todos los profesores , estudiantes .
Si bien, Genserico no pensó seguramente en esos momentos en el Vaticanus, ése barrio y región de Roma un poco excéntrico y ubicado más allá del río.
Hoy en nuestros días algunos altos funcionarios de Hispania,España en nuestros tiempos, también supieron y saben éste principio: en el proceso histórico desde 1978 los españoles no hemos vivido nada de golpes certeros y súbitos, pues las reformas educativas están creando y han creado progresivamente diecisiete sistemas educativos progresivamente divergentes, unos de otros, en nuestros días.

III. ¿UNOS HECHOS RIGUROSAMENTE HISTÓRICOS?

Los Alanos que vinieron cruzando los Pirineos se disolvieron una parte y fueron exterminados en otra. Los descendientes de la parte que no decidieron inicialmente salir a hacer turismo y emigrar en época del Imperio romano siguen hoy en su nación llamada Alania (hoy se llama también Osetia) por cierto. Desaparecieron de la Historia y se asimilaron a los hispanos o a otros bárbaros.
Los Suevos, los más peligrosos para Roma, decidieron de mutuo acuerdo con los desapasionados, fríos y calculadores altos funcionarios imperiales, asentarse y concentrarse en Gallaecia (Galicia), brillante solución tras sopesar pros y contras; los legionarios en León darían buena cuenta de ellos si protestaban, pero error estratégico gravísimo para la supervivencia de Hispania administrativamente romana décadas después...cuando hipotéticamente los legionarios dejaron de percibir su paga.
Los visigodos , desde que llegaron a Hispania de verdad (cuando decidieron crear su Reino vinieron un siglo más tarde), lucharon aliados con los Imperiales contra los demás
Y cuando Genserico, y los Vándalos, decidieron abandonar Hispania y la Bética e irse de excursión al Norte de África, el 429, sabían hacia donde se dirigían. Äfrica (específicamente el núcleo que era hoy Túnez) contenía en ésos instantes las provincias costeras más ricas, densamente pobladas, urbanizadas y a la vez frágiles de Occidente, por ser, a la vez, ciudadanos decadentes pacifistas y desmilitarizados y soportar sucesivas sublevaciones campesinas masivas que abrazaban un cristianismo peculiar.
Nunca imaginaron los vándalos, según algún texto, que los romanoorientales los reubicarían tras derrotarlos, un siglo después, de nuevo, en vandalucía, nuestra Andalucía.
Los vándalos cruzaron, año 429, el Estrecho dicen algunos por Bolonia; casi diez años después, tras conocer el Furor vandalicus toda la Costa Norte africana, demoler los vándalos las murallas de todas las ciudades, en la inmensa metrópolis de Carthago conquistada decidieron crear un nuevo Reino y, por cierto, proscribir la Iglesia católica..
El año 429 Hispania como Galia seguían, pese al susto en Galia desde 406, e Hispania entre 409 y 416, siendo administrativamente romanas...

miércoles, 23 de julio de 2008

HISPANIA Y ESPAÑA (II)

I. NUESTRO PASADO HISPANOROMANO .

Hispania fué por casi siete siglos romana progresivamente. Se pormenorizan determinados hechos históricos desde ahora.
Todas las tribus y etnias previas, enfrascadas por dos siglos en luchas entre sí y con los romanos, hasta época de Augusto, desaparecieron de la escena histórica.
La red urbana, entonces creada directamente o recreada, subsiste abrumadoramente hasta hoy. Solamente ha cambiado el impacto demográfico de la población urbana y rural. Numerosas ciudades, superpuestas sobre núcleos indígenas previos, algunos feniciopúnicos y algunos griegos,ciudades creadas por romanos o por indígenas entusiastas de beneficiarse de la vida romana, cubrieron su territorio. En una serie de zonas de la península, ahí están los restos, se introdujo masivamente el regadío (no fué exactamente en época de dominio político islámico y esta afirmación es rigurosamente histórica).
Hispania estuvo, además, relativamente tranquila por cinco siglos, exceptuando las invasiones de mauri quienes cruzaron el estrecho en el siglo II, la momentánea convulsión del siglo III cuando fué invadida por tribus germánicas, o problemillas en el Norte, cuando los irreductibles vascones seguían impidiendo controlar todo el territorio del Norte.
Luego vino la decadencia y la catástrofe en el espantoso siglo V: una implosión inimaginable a la que contribuyeron, activamente, los mismos romanos o bien hispanoromanos, enfrascados en sucesivas guerras civiles, e inicialmente como catalizadores de los cambios inconscientemente al principio los grupos bárbaros que cruzaron los Pirineos.
Convivieron en este proceso grandes movimientos de inquietud social y, esporádicamente, sublevaciones campesinas.
En las ciudades, en progresiva decadencia a lo largo del siglo V, quedaban por cierto los Obispados ... y las bibliotecas de los obispados. Y las Basílicas paleocristianas devendrían, con el paso de los siglos, en espléndidas Catedrales.

La desaparición del Roman way of life no era un proceso que solamente afectaba a Hispania: posteriormente a la disolución política, cuando los hispanoromanos supieron que en 476 había sido depuesto un emperador niño, la crísis del Roman way of life siguió en el resto del Imperio. Este Roman way of life nos interesa pues, en una serie de aspectos, es muy similar al Spanish way of life que vivimos crecientemente en nuestros días; no es el Arabic way of life.
El problema que centra esta entrada: no existe relación directa entre el Roman way of life y el colapso del Imperio.
Y eso lo sabía , de sobra y en anterior entrada citado, ése brillante joven a quien S. Agustín encomendó redactar una Historia Universal, Historia que fué publicada . Pues en una serie de análisis aquel brillante joven que se estropeó como historiador, por meter demasiado el cielo premedieval en asuntos terrenales, analizaba simultáneamente muchos procesos teniendo en cuenta elementos psicológicos o sociológicos antes de existir dichas realidades con base científica, es decir, paradigmas lógicos elaborados por científicos.
Aquel joven, analizando su entorno y su presente, vió el futuro: entre otras cuestiones que, en un siglo o dos más o menos, la romania sería gobernada por naciones bárbaras y Roma sería un centro espiritual. Aquel joven, a diferencia de la correspondencia de Símaco, aquel Prefecto pagano de Roma tan optimista por el futuro, intuyó la absoluta hecatombe. No se equivocó.

La descolonización administrativa de Hispania (se pide mil veces disculpas por esta expresión, inexacta históricamente, pero necesaria divulgativamente) supuso, en consecuencia, una implosión inimaginable ; tanto en las condiciones de vida de la población penínsular, el retroceso en condiciones higiénicosanitarias para parte de la población, como en la esperanza de vida que retrocedió años, y es ello patente en el estudio de las necrópolis visigóticas.
No se sabe mucho literariamente sobre la vida de los hispanoromanos en los siglos IV y V; pero sí, por el contrario, mucho sobre la vida en Roma, entonces llamada Roma Áurea, en vísperas de la larga y agónica catástrofe.

II. ROMAN WAY OF LIFE, SPANISH WAY OF LIFE.

Entramos, en consecuencia, en el núcleo de esta anotación liberal. Cuando diversos pueblos bárbaros recorrieron las calzadas de la Galia entre 406 y 409, posteriormente de Hispania entre 409 y 411, se sintieron indudablemente abrumados. Disponían para desplazarse sus carromatos, sus ganados, sus mujeres, sus niños, de calzadas lo más rectas posibles , comparadas con infames caminos más allá del complejo mundo del limes; calzadas que unían todos los núcleos urbanos importantes, recordemos lo esenciales que eran entonces las ciudades.
El Imperio controlaba las vías de agua y uno de los problemas con que se encontraron los invasores era que debían seguir invariablemente las calzadas, teniendo los puertos bloqueados.
Las ciudades que fueron conociendo las tribus que traspasaron los Pirineos estaban a relativas distancias unas de otras, siempre dispuestas racionalmente, y la higiene y el confort presidían en teoría todo el marco vital para sus pobladores, y estos dispositivos beneficiaban a toda la población, siendo indiferente el tamaño de las mismas.
Una serie de ciudades estaban edificadas, además, con gran suntuosidad. Rodeaban esas ciudades incontables huertos que abastecían las poblaciones. Eran ciudades ya antiguas, muchas con siete siglos de historia al menos. En una serie de zonas de la península dichas ciudades estaban en decadencia, en otras no, y en algunas de ellas ya empezaban las grandes ciudades .
Sobre todo los bárbaros, venciendo a los ejércitos privados que trataban de bloquearles los pasos de los Pirineos, descubrieron algo esencial. La actividad creadora de los colectivos humanos, que poblaban la península, se manifestaba también en los campos. No debe pensarse en una deforestación de la península ibérica causada por una presión demográfica; mas es cierto que la obsesión italianoromana por humanizar la naturaleza creó verdaderos vergeles en determinadas zonas de Hispania. De una parte, recordemos las descripciones del Valle del Guadalquivir por Estrabón, de otra la importancia de las zonas costeras mediterráneas.
Mas lo importante, para éstos bárbaros, no era la diversidad de paisajes que recorrieron, sino que eran los hispanoromanos...sobre todo para unos bárbaros posteriores , los visigodos, y sobre todo en las ciudades importantes.
Había en Hispania, como en el Imperio occidental, en ésos instantes iniciales del siglo V, una serie de crísis latentes: una crísis de identidad, un latente conflicto social, una crísis entre la juventud...

a. La discusión sobre la identidad romana era, seguramente, entonces esencial, entre sus elites y entre el pueblo, como hoy acontece en Hispania sobre nuestra identidad española. La identidad siempre se refiere a las esencias.
¿Roma era cristiana ... o pagana? A tenor de sermones de los Santos Padres a sus fieles, como de San Agustín, el paganismo era importantísimo aún. Por más de 400 años los habitantes de la península vieron y vivieron un sistema que vinculaba lo terrenal y supraterrenal, en torno a las figuras del Emperador y Sumo Pontífice, y que permitía todas las religiones coexistiendo entre sí.
Y súbitamente, con Teodosio años atrás, el Imperio se vió con Emperadores agresivamente cristianos, algo así como si la nueva dinastía de un Emperador Japonés decidiese convertirse al cristianismo nestoriano e imponerlo en japón.
¿El cristianismo mataba la supuesta Cultura antigua, el Roman Way of life? Esta pregunta, convertida la respuesta en afirmación, es muy discutible, como se verá.

b. La discusión sobre la identidad estaba también relacionada con el tema de la relación entre Roma y los bárbaros; y dentro de la sociedad romana en sí de la lucha de clases. ¿La lucha de clases mataba la Cultura antigua? Esta pregunta, convertida en afirmación es muy discutible igualmente.
En España, hoy por ejemplo, desde los últimos treinta años, en un sector significativo de los dedicados a la Antiguedad, se da un profundo crédito a los textos de Salviano de Marsella, textos muy criticados por cierto entre algunos especialistas franceses.
Está en otros textos clásicos menospreciados la constatación que podría llevar a diferentes conclusiones alejadas de determinados esquematismos siempre maniqueos.

c. La clave, para los bárbaros, estaba precisamente en la juventud romana e hispanoromana. Los bárbaros nunca pudieron entender a ésos jóvenes ciudadanos y súbditos del Imperio; pero sabían que su situación emocional era la clave de su éxito final.
Los jóvenes que interesaban a los bárbaros según los textos, por ejemplo, eran una juventud con una profunda tristeza interior; fingían alegría, y los más privilegiados en sus carros de carreras o en sus caballos , gamberreaban, lanzaban al galope sus monturas o sus bigas, realizaban carreras ilegales. Y los jóvenes también se agrupaban por miles y miles en la misma Roma, dejándose largas melenas y en un momento difundieron la moda de cazadoras de cuero, botas bárbaras y melenas largas (es rigurosamente histórico).
Y, según textos, los mas mal educados jóvenes del Bajo Imperio siempre tenían, a flor de piel, una agresividad salvaje contra los más mayores.
Eso era, entonces y hoy, obvio: entre otras causas, su violencia natural no era encauzada en su infancia, adolescencia y juventud, no fuesen - según educadores entonces adscritos a la famosa sofística pues los hubo seguramente - a crearles "frustraciones".

d. Aunque la Casa Imperial fuese cristiana, y el estado promulgase la cristianización del Imperio, todas las religiones de facto coexistían aún en las ciudades, y también seguía latente la guerra civil, encubierta, entre cristianos y paganos y neopaganos, iniciada en época de Teodosio.
Y, por cierto, entonces hubo sucesivas colisiones entre Papado u Obispos con la Casa Imperial. Además los Decretos desde Rávena a principios del siglo V son esenciales para entender el odio del Clan de los Eunucos (altos funcionarios imperiales, "cristianos" de religión ) contra los paganos...y contra la misma Roma.
La cuestión de los eunucos nos recuerda otras: ¿qué valor tenían? Era esencial en la mentalidad antigua, pues se suponía que dichos eunucos eran siempre fieles pues nunca tomaban decisiones pensando en su imposible descendencia. Su descendencia no biológica sino administrativa eran los futuros romanos...¿pero los eunucos imperiales amaban ... u odiaban a los romanos?
Además, si los cristianos eran tan contra paganos..¿Cómo es posible en Occidente ordenar, de nuevo, demoler todos los templos paganos en una fecha cuando se había ordenado demolerlos...bastantes años antes?
Ése odio al pasado de un sector entonces de los homines novi es similar en un sector en la Hispania de hoy. Hoy sorprende encontrarse en un sector de altos funcionarios españoles una sorprendente indiferencia por el futuro de nuestra Patria, cuando no el desprecio hacia ella.



martes, 22 de julio de 2008

HISPANIA Y ESPAÑA (I)

I. UNA INTERESANTE EXPERIENCIA INTERCULTURAL

Ayer tarde estuve en un "Chino" como dicen en mi ciudad. El vocablo "chino", aparte de una realidad étnica, alude a dos variables posibles alternativas: un restaurante (calidad media, precio increíble) o un bazar. Uno de estos bazares donde pueden adquirirse todos los productos imaginables. Siempre es agradable poder comprar productos nacionales y españoles a precios irrisorios, en éste caso una carpeta ( manufacturada en Levante).
Cuando salía, también es interesante, en las escasas ocasiones que lo he frecuentado, suena habitualmente y ayer sonaba una cadena musical con sus peculiares melodías y los empleados, en ocasiones, miraban películas chinas. El amable dependiente ayer, cuando le preguntaba por sus canciones chinas y películas chinas, me mostró en su ordenador, en fondo de pantalla, una alameda con una arboleda de gigantescos árboles centenarios y otoñales con hojas de color anaranjado en una gran variedad de matices cromáticos.
"¿Así vé a su Patria?" le pregunté. "Achí ech mi patlia...Xina" me contestó, sus ojos emocionados y brillantes, desde su exilio en Europa. "Así ví una vez España cuando estuve fuera largo tiempo" le dije "una alameda de árboles centenarios". Me miró sonriendo súbitamente y asintió, con elegancia Han, "Clalo, achí chon también uchtedes, un puebo muy muy antiguo".
No existe la más mínima intención peyorativa en ésta transcripción toda vez que quien escribe esto ignora incluso los rudimentos de la(s) lengua(s) china(s), simplemente es rigurosidad histórica. Ya me gustaría hablar Chino mandarín como aquel amable chino hablaba mi lengua.
Se preguntará el amable lector por qué me agradaba escuchar la música china: porque decanta su identidad como la copla, en nuestro caso, la irrenunciable identidad del pueblo español.
No era un comentario el suyo baladí: pues para él China, como para muchísimos españoles nuestra España, no es un tema económico.
Es en realidad lo que somos, cada uno en su realidad específica y en su diferente evolución histórica.

II. LAS MATRICES CULTURALES DE LOS PUEBLOS.

A ver si algunos se enteran de una vez que, para los Chinos, los europeos somos una cultura. El único defecto que tenemos los españoles , para los chinos, es que no tenemos una cocina como la francesa (ellos se pierden la nuestra).
A ver si algunos se enteran de una vez que una de las naciones (pueblos) menos evolucionadas y enraizadas en su matriz helénicoromana, precisamente por su aislamiento derivado de su geografía peculiar, sobre la base céltica e ibérica de sus pobladores, es nuestra Nación y Patria, España.
Aún guardamos nuestras pertenencias en un armarium (armario), y nos sentamos en una sella (silla), y utilizamos una mensa (mesa), y para iluminar estancias existen los lampadariums (lámparas), y seguimos montando un caballus (caballo)...y seguimos consumiendo cochinillo como en las recetas de Apitius.
Dos mil años de Historia con conciencia de ser nosotros mismos. España.
- Primero, existió el tiempo de los Creadores, el tiempo de los que imprimieron a fuego nuestra identidad con la masiva aceptación de nuestros antepasados. Y después , entre siete y cinco siglos después, vino el tiempo de los bárbaros, el tiempo simultáneo - mientras todo se desmoronaba - de los grandes conceptos nutricios que fueron preservados y hasta hoy llegan. Hispania siempre existía. Una epopeya de setecientos años, singularizada finalmente entre un inicio, una creación administrativa augústea que duraría cinco siglos nada menos, y que sus moradores interiorizarían totalmente en su imaginario colectivo; por dos siglos, más tarde, emancipados bajo el gobierno visigótico, paralelamente un hundimiento inimaginable. Son los riesgos de las descolonizaciones mal entendidas.
- Segundo, existió el tiempo de la Reconstrucción; la Restauratio y la Renovatio, ocho siglos de luchas intermitentes en las cuales Hispania, por voluntad de todos sus moradores, se rehizo a sí misma y el colectivo de nuestros antepasados se negó a dejar de ser hispanoromano, se negó a arabizarse lingüísticamente, se negó a dejar de venerar las imagenes de la Madre y del niño, se negó a dejar de usar su alfabeto heredado, si bien adoptaron además el mestizaje de determinadas formas culturales foráneas indelebles en nuestra geografía y que, pese a ser sustancialmente europeas, adoptan los moldes orientales. Por mucho que digan lo contrario el llamado arco de herradura no es árabe sino visigodo. Por mucho que digan lo contrario, las hileras de columnas de la previa Mezquita (hoy Catedral) cordobesa siguen en sus arcadas la bicromía de nuestros acueductos hispanoromanos y su parte superior soporta los canalillos que desaguan el agua de la lluvia. Por mucho que digan lo contrario el parecido del Patio de los Leones de la Alhambra granadina con claustros, románicos y góticos del centro y norte peninsular, es inquietante, y la presencia de las estatuas siempre desconcertante para una persona cultivada. Al fín y al cabo la misma Alhambra en sí no es sino hoy un complejo de domus hispanoromanas arabizadas (vean fotos aéreas de la Villa Adriana y contrástenlas con la Alhambra, depósito de formas arquitectónicas esenciales españolas) .
- Tercero, existió el tiempo de la Expansión. Expansión por el mundo. Tiempos exquisitos que culminaron en el Siglo de Oro y simultáneamente bárbaros, tiempos de un Honor poco rentable (los españoles creamos y crearon un Imperio que les arruinó en la península, y ello está sobradamente estudiado por historiadores franceses) y del colonialismo mal entendido (los españoles solamente crearon sus colonias en el siglo XIX y es rigurosamente cierto, pues el Imperio español, como buenos hispanoromanos, fué el intento de la recreación de innumerables Españas por todo el globo).
- Cuarto, existió el tiempo de la Retracción. Más allá del Océano Atlántico que, según la profecía de Séneca, hispanoromano, existía otra humanidad que un día se abrazaría con la nuestra, los criollos se ensarzaron en inacabables guerras civiles y se emanciparon. Creyeron en el libre comercio y el libre comercio mal entendido los arruinó y dividió (otro hecho histórico estudiado, por ejemplo, por especialistas ...húngaros). En los siglos XIX y XX, los españoles en la península, con motivo del intento de asesinato de España (como de Rusia) por Napoleón, se enfrascaron nada menos que en tres guerras civiles en el XIX, y una en el primer tercio del siglo XX .
Los españoles, paradójicamente, veían entonces solamente su presente , pues simultáneamente no querían reconocer los siglos que les antecedieron en el contexto de su presente, y tampoco querían ver la proyección de su futuro. Solamente los pueblos y naciones incapaces de ver la proyección de su futuro , tal cual es, se sumen en guerras civiles.
Pues una de las características desgraciadas de nuestro siglo XIX español es que, en muchas ocasiones, los gobernantes se negaron a diagnosticar y a ver los problemas auténticos, para tratar de resolverlos. Y esto último no es un comentario de opinión político, es un hecho histórico, consignado por escrito por dos historiadores de primerísima fila, historiadores del siglo XX español, tras analizar determinados periodos.

III

¿Qué es de los seres humanos, como de los colectivos, que reniegan de su pasado, anulan su presente y, finalmente, reniegan de su futuro? En esa tesitura está , por desgracia, una masiva enseñanza embarcada en "estructuras de acción/tranformación", en la cual solamente existe ...el presente.
¿Nos hundiremos como nación sin pena ni gloria? Si hoy nos dijesen... "por lo menos hemos sido vencidos desde el exterior, divididos, como trataron de asesinar algunos España en las Guerras napoleónicas". El pueblo entonces no lo aceptó , pues el pueblo tenía claros varios conceptos: el concepto Lengua común (y lenguas coexistentes) frente al extranjero invasor, el concepto Corona, el concepto igualitario dentro de la Corona (esa igualdad sociológica natural en dignidad humana que asombra a muchos extranjeros y antes de los años treinta del siglo XX maravillaba a von Keyserling cuando visitaba a nuestra patria) , y el concepto la Religión de nuestros antepasados. Religión hegemónica y abrumadora en nuestra historia.
Y en éste momento histórico citado, existió otro proceso inquietante, siempre minusvalorado: el pueblo colectivamente considerado se disoció masivamente de una parte significativa de las clases intermedias entonces.
¿Nos pudriremos como nación colectivamente, o ... nos salvaremos?

IV

Volviendo a ése amable dependiente chino y su visión de su Patria alejada, conservada en ésa poética arboleda otoñal en su fondo de pantalla que me mostró. Pensé súbitamente en el Opio...un periodo del siglo XIX de la Historia de China cuando su Historia fué violada. Los españoles, por cierto, bombardeábamos con nuestra Lotería española (invento español) los puertos de la costa china, estudiado por historiadores chinos, desde Filipinas; éramos desde luego más civilizados que los ingleses ... quienes contrabandeaban opio. El daño económico era similar por cierto, mas no el humano. Toda la costa china se puso a comprar lotería española. Mas no creo que un sector de la casta del mandarinato chino se le ocurriese colaborar con los ingleses, por su absoluto complejo de superioridad cultural (por eso desapareció el Imperio chino). Ahí están todos los Escritos del Celeste Imperio protestando a esos "bárbaros españoles" por extranjeros. En sus textos administrativos describían a los españoles, en su percepción, curiosamente de manera similar a los ingleses: "altos" (ciertamente, más que los Han del Sur, no los Chinos del Norte), "rubios" (entiéndase que no todos tenían el pelo tan negro como los Han), con olor a sudor desagradable según ellos, y de "narices grandes" según sus descripciones conservadas en Archivos (lo cuál es obvio pues las narices etnicamente Han nos sorprenden a los europeos y viceversa, pero eso no es culpa de nadie, ni de ellos ni de nosotros, es un rasgo biológico).
Pensar en el Opio es interesante. No es la religión obviamente. Nadie, recuérdenlo, nadie obliga finalmente a un pueblo o a un colectivo a escoger su religión.
Valga, en consecuencia, como metáfora en relación a las sorprendentes historias de los neonacionalismos administrativos, basadas en una progresiva mixtificación: esas historias son al final opiáceas, pues ensalzan las tribus como personalidades singularizadas, las hunden en su ensoñación, y excluyen a los demás.
Y dejemos de pensar en conspiraciones extranjeras, algunos hay, pues lo más estimable que nos recuerda la lectura de un historiador romano cristiano era la obviedad en su Historia Universal. Era joven, brillante, ambicioso, y quiso ser religioso profesional; conoció a San Agustín y, por eso precisamente, la Historia perdió mucho. Lo importante de su librazo es cuando predijo la Caída de Roma, hacia 417 se publicó: la discordia de la división estaba en los mismos romanos y eran los mismos romanos quienes debían suturar y restañar, de mutuo acuerdo, sus heridas. Sesenta años después su profecía se cumplió, mas cuando salió el libro, si bien fué best seller, seguiría siéndolo por mil años pese a sus defectos, nadie le hizo caso.
Bueno, sí: esos años el Santo Padre permitió, automáticamente, la Restauración de los cultos paganos en la Ciudad de Roma y la tolerancia hacia los paganos. Es rigurosamente histórico.


Pendientes las entradas de corrección estilística.
Vid al respecto de ésta serie las dos entradas de Mayo de 2.007 "Roma y los Bárbaros" (I y II) , Anotaciones Liberales, Entradas también en "Historia antigua y nuestros días"