martes, 29 de julio de 2008

HISPANIA Y ESPAÑA (III)

I. UN RELATO DE NOVELA HISTÓRICA

Cuando desde Roma o Rávena, tras los pertinentes destrozos, superado el caos inicial, se decidió asentar a los bárbaros en Galia e Hispania ordenando a los propietarios de tierras aceptar la Tertia, y ceder la tercera parte a aquellos bárbaros, ocurrió un nuevo problema, por muchas leyes que prohibiesen el matrimonio entre súbditos del Imperio y bárbaros...

El maduro Marcus, curial de una ciudad, debía asentar en la tercera parte de sus tierras una familia extensa de alanos.
Imaginese la pregunta del bárbaro y noble alano, con cabello untado en mantequilla rancia a modo de fijador, cubierto de mallas, al propietario Marcus, quien aparentaba ser decadente y envuelto en una toga de mil pliegues bajoimperial , agitándose éste un abaniquito, sobre los hijos de su matrimonio con Marcia ;
- "¿Hacen el servicio militar?"
- "Ah, no, no vayamos a frustrarlos; además, para eso están ustedes".
Marcus meditaba tristemente sobre el hecho que los hispanos se negasen a hacer el servicio militar desde casi trescientos años atrás...época de Adriano.
-"Miren ustedes, la vida es lucha" respondía el bárbaro. Ligero sobresalto de Marcus y el alano analizando de reojo el grupo de fornidos guardaespaldas detrás que rodeaban al poderoso romano. El alano observaba a los celtas hispanoromanos de Gallaecia, y el grupito de vascones que hablaban latín hispánico y perjuraban a sus divinidades en euskera, y hacían buenas migas cantando sus canciones melodiosas de acuerdo con los alanos.
- "Qué bah", rezongó despectivamente Marcus, moviendo descuidadamente su túnica, " la vida es cazar, placer, reir y beber" ( esta última frase es un auténtico texto conservado en un mosaico) .
Mientras los adultos trataban de limar los choques culturales, los adultos alanos e hispanoromanos felices por haber fingido engañarse mutuamente, todas las hijas de los poseedores , y menos poseedores de la Comarca, miraban, con ojos brillantes , a esos jóvenes guerreros bárbaros.
Y al revés naturalmente; el alano cabeceaba preocupado, pues su hija , la niña de sus ojos y sílfide rubia, desaparecía por las noches, paseando con el hijo del possessor, "un poco raro porque lee" decían las gentes de la comarca, quien se dedicaba a leer libros en la Biblioteca octogonal de la Villa, y le dedicaba poemas inacabables y lacrimosos. L´amour, toujours l´amour.
Poemas posteriormente recitados por él en el teatro de la cercana ciudad en los Juegos literarios; como ocurría en nuestra provincia no hace muchos años en todas las Fiestas de Primavera, en todas las localidades, y participaban en ellas jóvenes de todos los grupos sociales.

Los bárbaros Tampoco entendían, sobre todo en las grandes ciudades, tras el momentáneo susto de algunos saqueos espectaculares, y cuando el estado decidió suministrales comida y asentarlos, tantos séquitos de altos funcionarios con servidores, todos dedicados al servitium, que hoy en Hispania y en nuestros días se llama, aún, servicio al estado.
Illustrisimus, Magnificus, Excellentissimus, Splendidissimus, Illustres...títulos esenciales para quienes los portaban y exigían su vigencia administrativa, verdadera obsesión en Hispania hasta hace nada de tiempo aún en nuestra administración siempre romana y romanizada.

Y los grupos bárbaros, ahora dispersados por los funcionarios Imperiales, agrupaciones tribales colectivas de seres libres , no entendían tampoco a tantos ciudadanos ociosos, a lo largo de cien, doscientos, trescientos cuatrocientos años según les explicaban, dispuestos a recibir su sustento del estado, o de la anonna de las ciudades importantes, o de las ecclesias. "Ah...¿y por qué?" preguntaban los bárbaros. "Es que son ciudadanos..."
Ése mundo que conocieron, en aquel momento histórico los bárbaros, aunque aparentemente y superficialmente cristianizado, era peculiar. El amable Marcus juraba por los viejos Dioses cuando iba a la ciudad un día a la semana, y allí se reunía con sus amigos curiales para comentar los chismorreos de Roma, Tarraco, Caesaraugusta (Zaragoza), Hispalis . Y las mujeres de la Villa, al volver él, cantaban canciones cristianas, para su desesperación, que hablaban de florecitas, pajaritos, pececitos y amor....

II. UN ESTADO ATENAZADO POR FUERZAS CONTRARIAS

El estado romano del siglo V, es decir, quienes lo regían, se veía atenazado por fuerzas contrarias.
Mil quinientos años después Hispania sigue, de nuevo a otra escala, similar camino, y mañana se explicará esto.
La diferencia, en éstos procesos históricos, hace mil seiscientos años u hoy, está en la ubicación geográfica del poder, no en el proceso histórico, el cual ofrece - en una serie de cuestiones irrenunciables - en las intenciones una imagen sustancialmente similar.

a. El estado - desde Roma, en realidad Rávena - pretendía combinar un gobierno paradójico pero necesario, basado en dos realidades. La primera, desde la base y por las distancias, aceptaba una radical descentralización administrativa, basada en el modelo de las ciudades autónomas en sí pero asimilándolas crecientemente y supeditándolas al estado.
Superpuesto a él la progresivamente compleja superestructura administrativa ... junto con una chirriante maquinaria centralizada, reflejada en la Notitia Dignitatum.
Imagínese el amable lector, entonces, el absoluto lío de funcionarios discutiendo unos con otros. Hoy acontece en Hispania un problema doble; de una parte con la problemática suscitada con las competencias europeas. y otro muy serio con las competencias del estado como tal.

b. El estado, igual que en nuestros días, de una parte tenía la intención y quería restaurar la antigua Virtus (Virtud) de romanos así como de los hispanoromanos entre ellos, por eso, intervino crecientemente en la enseñanza.
Mas el modelo de la Virtus, ¿era la recia Roma de las costumbres de los antepasados más mayores, en la época mítica de la República y previa al Imperio, un ideario conservador hoy también en un sector en Hispania; o era consolidar la Roma de la disolución de costumbres y de la aparente desnacionalización, según muchos conservadores era el ideario de los progresistas?
Y existía entonces, como en nuestros días, al mismo tiempo que el intento del estado de regularlo todo, y de jerarquizarlo todo, una creciente y profunda inseguridad jurídica.
El sistema jurídico del Bajo Imperio evolucionaba, paradójicamente, como el actual en Hispania en una cuestión: antes, gruñían los curiales conservadores, era el marco legal el que determinaba la existencia de los colectivos y de los individuos.
En esos momentos desde mediados del siglo III ddC hasta finales del siglo V eran, por el contrario, las circunstancias ... las que imponían progresivamente el derecho , lo que, por desgracia, empieza a ocurrir en Hispania de nuevo.

c. En aquellos instantes históricos, como hoy salvando las distancias, y valga como explicación históricista que no histórica, existían tres realidades en colisión. Todo esto que sigue es una aproximación histórica y explicativa naturalmente. Los bárbaros serían, ellos inconscientemente, un catalizador progresivo para la disolución.
Primero, un estado supranacional en expansión, entonces encabezado por el llamado Clan de los Eunucos ; entonces era el estado BajoImperial, cuya estructura administrativa estaba plasmada en el documento llamado la Notitia Dignitatum. No estaba localizado en Roma sino en Rávena. Hoy sería algo así como la Unión Europea y su temida burocracia, en realidad muy exigua.
Tenían a su favor entonces aún dos cosas; controlaban el BOE dirían hoy en nuestra Hispania de principios del siglo XXI y controlaban la Hacienda centralizada.
En segundo lugar Identidades entiéndanse prenacionales (las reformas dioclecianeoconstantinianas prefigurarían, según algunos, las grandes naciones del occidente europeo), regionalidades emergentes - y crecientemente conscientes de sí - dentro de esas identidades entonces prenacionales, geográficamente y culturalmente romanas.
En tercer lugar lo que finalmente destruirían inconscientemente los bárbaros; las ciudades. Cada ciudad se unía por sí misma directamente a Roma, fuese de acuerdo con la antigua religiosidad pagana, fuese de acuerdo con la nueva cristiana.

d. Mas nunca acaba de pensarse, en ésta realidad histórica, en la problemática de la educación. Hace mil quinientos años, como hoy, existe un elemento esencial para justificar los cambios políticos: el instrumento de la educación. La educación entendida administrativamente es esencial para consolidar la autoconcienciación de colectivos.
Una de las medidas esenciales, decididas en un momento del proceso histórico del Bajo Imperio occidental (¿quién lo hizo?), era crear y consolidar en Roma una gran Universidad Imperial a la cual acudían jóvenes de todos los lugares, desde Britannia hasta Túnez, desde Suiza hasta Sicilia, desde Lisboa hasta otros lugares: una vez cursados sus estudios estos jóvenes eran destinados al servicio de la administración, y a otras cuestiones.
Esta realidad fué creando algo esencial por siglos: gestaba un mandarinato administrativo. De esta forma el patriotismo local indudable de las ciudades estaba reforzado por el aparato administrativo superpuesto. Y si no hubiesen existido bárbaros...
Destruir estas inercias históricas a veces es sencillo: hay dos modos decididos desde las alturas, siempre por razones militares y políticas basta un golpe salvaje y fulminante minuciosamente preparado,decidido desde las alturas por un enemigo exterior; o bien vaciarlas súbita o lentamente desde dentro.
En el primer caso hubo dos bárbaros quienes pudieron hacerlo. El bárbaro Alarico, en realidad Patricio del imperio, cuando saqueó ligeramente Roma en 409, nunca pensó en ello obviamente. Sus intenciones no eran contra Roma sino para expresar cuál era su poderío y el de su pueblo. En realidad amaba tanto a Roma que casi murió enloquecido por haberla profanado cuando tenía encomendada su Custodia.
El bárbaro Genserico, sin embargo, lo sabía de sobra cuando, en la guerra de 454- 455, saqueó Roma de manera metódica y científicamente; entre otras actividades planificadas destruyó esta Universidad y dispersó a todos los profesores , estudiantes .
Si bien, Genserico no pensó seguramente en esos momentos en el Vaticanus, ése barrio y región de Roma un poco excéntrico y ubicado más allá del río.
Hoy en nuestros días algunos altos funcionarios de Hispania,España en nuestros tiempos, también supieron y saben éste principio: en el proceso histórico desde 1978 los españoles no hemos vivido nada de golpes certeros y súbitos, pues las reformas educativas están creando y han creado progresivamente diecisiete sistemas educativos progresivamente divergentes, unos de otros, en nuestros días.

III. ¿UNOS HECHOS RIGUROSAMENTE HISTÓRICOS?

Los Alanos que vinieron cruzando los Pirineos se disolvieron una parte y fueron exterminados en otra. Los descendientes de la parte que no decidieron inicialmente salir a hacer turismo y emigrar en época del Imperio romano siguen hoy en su nación llamada Alania (hoy se llama también Osetia) por cierto. Desaparecieron de la Historia y se asimilaron a los hispanos o a otros bárbaros.
Los Suevos, los más peligrosos para Roma, decidieron de mutuo acuerdo con los desapasionados, fríos y calculadores altos funcionarios imperiales, asentarse y concentrarse en Gallaecia (Galicia), brillante solución tras sopesar pros y contras; los legionarios en León darían buena cuenta de ellos si protestaban, pero error estratégico gravísimo para la supervivencia de Hispania administrativamente romana décadas después...cuando hipotéticamente los legionarios dejaron de percibir su paga.
Los visigodos , desde que llegaron a Hispania de verdad (cuando decidieron crear su Reino vinieron un siglo más tarde), lucharon aliados con los Imperiales contra los demás
Y cuando Genserico, y los Vándalos, decidieron abandonar Hispania y la Bética e irse de excursión al Norte de África, el 429, sabían hacia donde se dirigían. Äfrica (específicamente el núcleo que era hoy Túnez) contenía en ésos instantes las provincias costeras más ricas, densamente pobladas, urbanizadas y a la vez frágiles de Occidente, por ser, a la vez, ciudadanos decadentes pacifistas y desmilitarizados y soportar sucesivas sublevaciones campesinas masivas que abrazaban un cristianismo peculiar.
Nunca imaginaron los vándalos, según algún texto, que los romanoorientales los reubicarían tras derrotarlos, un siglo después, de nuevo, en vandalucía, nuestra Andalucía.
Los vándalos cruzaron, año 429, el Estrecho dicen algunos por Bolonia; casi diez años después, tras conocer el Furor vandalicus toda la Costa Norte africana, demoler los vándalos las murallas de todas las ciudades, en la inmensa metrópolis de Carthago conquistada decidieron crear un nuevo Reino y, por cierto, proscribir la Iglesia católica..
El año 429 Hispania como Galia seguían, pese al susto en Galia desde 406, e Hispania entre 409 y 416, siendo administrativamente romanas...