miércoles, 10 de octubre de 2007

ANOTACIONES LIBERALES : EL MITO DE LA NACIÓN CATALANA (V : FINAL)

I. Cataluña históricamente ha sido nacionalidad histórica, no nación.

"Nacionalidad histórica" es como define nuestra Constitución a Cataluña, el cual es irreprochable término: España nación (una) es y Patria común e indivisible (una) es. Esperemos pueda seguir siéndolo, :o(
No en vano nuestra Constitución de 1978, también, jurídica e implícitamente subsume dos mil años de Historia previa . Los nombres nunca son baladíes. El nombre Catalonia no aparece documentalmente antes del siglo XII al menos; mientras que la realidad de Hispania, Spania, España, era ya estado unificado, nada menos que peninsularmente, en el siglo VII y principios del VIII.
Como es hecho histórico que en torno a la Corona hispanoromana y cristiana se aglutinaría una historia compartida a lo largo de más de 1200 años: una de las más monarquías en ejercicio, hoy internacionalmente Reino de España, más antiguas del mundo, junto con la japonesa.
Monarquía cuyo linaje empieza cuando Pelayo decidió tirar los primeros pedruscos (y el disgusto inicial de la aristocracia española de entonces, que llegó a sorprendentes acuerdos con la minoría árabe, y de los cronistas árabes). Los cronistas hispanoárabes, es decir, arabizados lingüísticamente, se preguntaban qué osadía era aquella de autodenominarse "godos" los asturianos. Los asturianos pese a ello y por cierto, aparte de cantar también hoy desde su comarca rotundamente hispanoromana (no hablan las variantes dialectales preromanas) "Asturias patria querida" y seguir bebiendo sidra, siguen a principios del siglo XXI clamando: "¡Asturias es España y el resto es Reconquista!".

Existe una diferencia, obviamente: la Constitución subsume jurídicamente (los ordenamientos jurídicos se extienden progresivamente) todo el pasado como genera, desde sí misma, toda la legitimidad posterior, incluída la futura organización de España y del Reino de España.
Corona vuelta a aceptar por los españoles con motivo de la Constitución de 1978; no vengamos ahora con quejas sobre éste hecho incuestionable...
La Comarca feliz de los condados norteños , alejada relativamente de aquellos rústicos (en apreciación de ellos) confinados en las montañas penínsulares del Norte, igualmente identificada a sí misma frente al Reino de los francos de una parte al Norte, y los hipotéticos e inexistentes "moritos" al Sur , ya se sentía por lo visto plenamente Europa occidental .
La Comarca feliz se caracterizaba, en ése momento clave en torno al año 1.000, por importar todas las novedades modelnas y postmodelnas, diría un progre hoy (en Revolución cultural de Mao, aspectos comunes con dicho proceso se están viviendo en España ), de la época de Europa.
Vanguardistas ya entonces eran los catalanes (inexistentes se reitera, pues no se nombraban a sí mismos así) según el mito: como vanguardistas son hoy con el diseño de última moda.
Además, la Comarca feliz estaba : afortunadamente urbanizada desde el siglo II a.d.C. (como al Sur el núcleo de Al Andalus, previamente vandalucía ) por lo menos.
Singularidad que les alejaba de los mitificados euskaldunes, cuyas ciudades son en realidad creación de los castellanos. Segundo, era jurídicamente hispanoromana, por latina y cristiana y occidental (como la abrumadora mayoría de los andalusíes - llamados mozárabes - que seguían sujetos, a cambio del impuesto de supuesta protección, a su ordenamiento jurídico propio).
Y tercero, Frodo de Girona, Pippin de Barcelona y Fray Joseph de Banyoles descubrieron, en sus viajes hacia el Sur que, en las grandes ciudades de Al Andalus, podían comunicarse, aparte de saludar a los compatriotas mercenarios de la Comarca feliz, hablando también lentamente con sus compatriotas españoles e hispanoromanos.

II. Solidaridad entre ellos, creatividad y libertad.

Ciertamente características positivas del genuino carácter catalán, dirían los neoetnicistas, afloraron por lo visto entonces, entre los siglos X y XIII. Características que en varios sentidos les distinguen de nosotros andaluces: los andaluces nunca haríamos, por desgracia, de mutuo acuerdo, una torre humana.
También esto es parcialmente consecuencia de la Historia: al ser la población andaluza, básicamente, población proveniente de todas las Españas entre los siglos XIII y XV la divergencia de orígenes como la fragmentación inicial impidió un amalgamiento como en el caso de los catalanes.
El área geográfica, al ser tierra de frontera, de lo que es actualmente Andalucía conoció una absoluta devastación, por momentos cronológicos, entre los siglos XI y XV y en ella se crearon: en los siglos XI y XII un gran vacío poblacional causado por las invasiones almohades y almorávides desde Marruecos y la expulsión de cristianos y judíos hacia el Norte. Posteriormente, en los siglos XIII, XIV y XV la organización de una zona geográfica de Andalucía con repobladores, y dividida en reinos cristiana y el diminuto Reino nasrí de Granada de otra parte enfrente, protegido por sus cordilleras.
Frodo de Gerona, Pippin de Barcelona y Fray Joseph de Banyoles, quienes visitaron paseando por calzadas romanas aquellos años una península ibérica devastada por las razzias de Almanzor, como un Al Andalus cosmopolita, floreciente y chirriante bajo el yugo de una minoría teocrática y superpuesta invasora, nunca conocerían esa realidad posterior: pues nunca, tampoco, se llamaron a sí mismos catalanes. Lo cual no es mito sino estrictamente la realidad histórica. Sin embargo...
Fray Joseph de Banyoles, por cierto, recitaba por aquellos caminos la Historia de los Godos de San Isidoro y las Alabanzas a España de San Isidoro de Sevilla.

III. El nacimiento de Cataluña.


Cataluña nacería singularizadamente entre los siglos XII y XV. Mas en su momento se hablará de ello en nueva entrada.