miércoles, 17 de octubre de 2007

SIEMPRE LA FALTA DE RESPETO...


Lo acontecido con la Exposición de fotografías en el Museo Guggenheim de Bilbao merece una breve reflexión. El rumor estalló esta mañana y la indignación fué creciendo.
Esta exposición en la cuál estuvo prevista según unos, está según otros, una imágen (radiografía) del cráneo del consejal de Ermua Miguel Ángel Blanco, secuestrado y torturado con atroz agonía y al final vilmente asesinado por ETA por balazos que le causaron posteriormente la muerte, lleva a plantear hoy determinadas cuestiones.
Aún es pronto para valorar adecuadamente este escándalo mas incuestionablemente puede decirse cuanto sigue.
Las víctimas: un concejal, un chico joven, tratado en su momento como res llevada al matadero, y su familia, quien tiene el incuestionable derecho a custodiar su memoria como quienes defienden su nombre, incluída una Fundación. Un joven cuya culpa según los asesinos fué representar a sus vecinos como Concejal del Partido Popular y ser votado por sus vecinos.
El escándalo: causado por una exposición ambigua. Pretenderse - en una preselección intencionada de imágenes - un "diálogo visual", para mostrar una situación de "conflicto" (en vez de hablarse de terrorismo) , reflejando la "violencia" (en vez de hablar por ejemplo de: tortura psicológica, coacciones, vejaciones, acoso moral a víctimas, secuestros, extorsiones, atentados y asesinatos por parte de un grupo de asesinos racistas quienes invocan un pretexto pòlítico) significa nos encontramos con un problema siempre de trampa del lenguaje humano .
En otra entrada de éste blog - precisamente - se hablaba, implícitamente, de los riesgos de la cultura visual como del uso inadecuado de las imágenes sacadas de su contexto. Nada es más siniestro siempre que el terrorismo; y en el caso del terrorismo se está, siempre, a favor de las víctimas.
En éste caso concreto las víctimas fueron y siguen siendo en primer lugar: Miguel Ángel Blanco y su familia. Inmensa tristeza debe quedar en consecuencia consignada por esta infamia .

A éste fotógrafo autor de éste despropósito, que plasma una Exposición con tan peregrina visión sobre la dignidad de las víctimas, podría, tal vez, planteársele realizar también una Exposición bajo el nombre Memorial. Exposición por ejemplo incluyendo, por exigencia de los comitentes, las fotografías de tres realidades, así como un diálogo visual entre ellas...

1ª realidad. - Primera Sala, Conceptos (resultados finales): fotos de las víctimas. Todos los asesinados por ETA, todos los mutilados por ETA, todos los heridos por ETA, todos los extorsionados por ETA, todos los secuestrados por ETA; aparte de todos los arruinados por ETA e imágenes de innumerables pequeños negocios arrasados e incendiados por ETA y sus cachorros sedientos de sangre.
Reconstrucción simbólica de Pilas de cráneos humanos (¿mil cráneos al menos en total ?) de las víctimas del horror con sus nombres al pié de cada una de ellos: como imágenes de heridos además de quemados y mutilados por los criminales (¿diez mil víctimas?).

2ª realidad. - Segunda Sala, Procedimientos: los instrumentos para ejecutar el horror. Los sistemas de coacciones vigentes en centros laborales con limpiezas encubiertas por abertzales, la planificación de acciones terroristas y los instrumentos utilizados para ello, descripción de los inhumanos zulos, y las técnicas utilizadas de tortura y asesinato. Las cartas referidas al Impuesto revolucionario y las listas de empresas amenazadas.

3ª realidad. -Tercera Sala, Actitudes: los asesinos (autodenominados "gudaris", manchando el nombre de los históricos gudaris), en grabaciones auténticas o reconstrucciones asesinando adultos a traición en presencia de niños y de hijos de víctimas, poniendo bombas , celebrando finalmente borrachos sus crímenes en sus tabernas. Si es posible con sus sonrisitas siniestras de fieras peligrosas exhibidas públicamente.

- Tramo final de la Exposición: Constitución y Legalidad.

Cerrarían esta exposición alternativa : las fotos de los análisis siempre realizados por médicos españoles a los asesinos etarras para atestiguar no son maltratados ni torturados (lo cual es obvio en España) , las fotos de todos los terroristas tras jaulas pues son quienes crearon este horror descrito en Conceptos, procedimientos y Actitudes; así como las condenas (para muchos ciudadanos demasiado suaves) impuestas por los tribunales a ellos.
Un inmenso muro con El Grito de Munch y los nombres de las diez mil víctimas impreso sobre él y un mar de velas por la memoria de todas ellas a sus piés.
Y una Urna de cristal conteniendo (y abiertos) el Libro Sagrado respectivo de las religiones de todos los asesinados por ETA por ser españoles: Thorah judía, Biblia cristiana y Corán (existirán algunas víctimas de Eta de religión musulmana).