miércoles, 14 de noviembre de 2007

LAS PROVOCACIONES DE CHÁVEZ...NI COMENTARLAS.

Es evidente que antes del complejo proceso político que llevó a naufragar el previo sistema democrático venezolano las autoridades de dicho país nunca supieron en realidad sacar partido adecuadamente a su inmensa riqueza natural potencial.
Más que en muchas naciones, en Venezuela se hizo patente ése pernicioso proceso que economistas y sociólogos conocen como "efecto imagen"; es decir, el característico de sociedades en desarrollo que se cortocircuítan a sí mismas generando realidades sociales vanguardistas y simultáneamente retrasos sociológicos internos crecientes. Uno de los países del mundo en los cuales se manifestó más claramente la propensión marginal al consumo, es decir, la abundancia de los bienes de consumo provoca su creciente pérdida de valor para los consumidores, fué Venezuela.
El consumo masivo de su sociedad por muchos años estuvo garantizado por bienes importados, nunca por un tejido productivo empresarial propio suficientemente complejo.
Un entrañable en el recuerdo y por muchos años amigo mío con doble nacionalidad, cuando llegó a España a principios de los setenta consecuencia de una crísis familiar, compañero mío de colegio en adolescencia, consideraba a nuestro país relativamente retrasado. Sin embargo reconocía que en su patria venezolana existían latentes problemas sociales que no veía aparentemente en España.
Venezuela tuvo, entre finales de los cincuenta hasta avanzados los ochenta, oportunidades únicas para despegar definitivamente y entrar en el primer mundo: hubo una compleja serie de causas que cortocircuitaron esta posibilidad y, entre ellas, una clase política que nunca supo encauzar aquella inmensa riqueza natural (y no solamente petrolífera) en beneficio de todos los venezolanos.
Las tentaciones populistas existen en todos los pueblos y sociedades humanas. El proceso político abierto, primero por los fracasados golpistas militares entre ellos Chávez (en realidad contra Carlos Andrés Pérez, Presidente electo por el pueblo y miembro de la Internacional Socialista), y la posterior tentación tercermundista , ya consolidada, del naciente régimen de Hugo Chávez, son doblemente incongruentes : lo son en varios sentidos diferentes.
Tampoco puede imputarse a la clase empresarial venezolana responsabilidades que no son suyas pues todos los empresarios, cuando más importantes sean más lo saben, necesitan de un tejido de clases medias autosustentables para poder sobrevivir como empresarios.
Tampoco puede juzgarse a la Historia, pues la Historia es como es sencillamente; menos aún convertir a España, por ejemplo, en chivo expiatorio por los fracasos de una Historia independiente en su nación de dos siglos...
La definición aristotélica de Política es el arte de los posible. La sensación del autor de éste blog es que en Venezuela se están creando crecientemente situaciones imposibles.
El primer imposible, como se manifestó en otra entrada de éste blog hace tiempo, es el concepto imposible de Revolución bolivariana: nada más alejado de Simón Bolívar que la creciente mixtificación que padece la actual Venezuela.
a. Hugo Chávez, como gobernante, con su política está dinamitando las posibilidades de seguir creando riqueza para su pueblo: cuando poseía y posee, en beneficio de su sociedad, primero, una nación con una inmensa riqueza generada automática y continuamente por el Oro negro: igualmente una nación con una inmensa riqueza natural inexplotada.
Nada hay más surrealista que ver, por ejemplo, me comentaba un conocido, a pobres venezolanos agradecerle sus chabolas cuando, con un precio ínfimo, el estado venezolano podía proveer, a quienes menos tienen, de viviendas dignas adecuadas.
Y ello por ejemplo - impulsar desde sector público en colaboración con el tradicional el privado en el ámbito de la construcción , una actuación combinada eficiente - no tiene por qué afectar al tradicional marco occidental de economía de mercado venezolano: todo lo contrario, revaloriza de una parte la economía venezolana, la riqueza inmueble siempre es relativamente revalorizable, y eleva la dignidad de los más desfavorecidos.
Tal vez la causa sea que al régimen de Chávez no le interesa cicatrizar sino profundizar en las divergencias socioeconómicas, culturales y sociopolíticas para autoperpetuarse.
b. Hugo Chávez, como gobernante, está dinamitando cuando poseía y posee en beneficio de su sociedad, en segundo lugar, una tradición política en la cual las formas democráticas del consenso y disenso estaban claramente estipuladas, como también una nación con una incuestionable cultura democrática entendida en sentido occidental.
Las imágenes sucesivas de actuaciones entiéndase autoritarias y totalitarias, como sus ataques a la libertad de expresión y la creciente persecución contra los opositores, no requieren de comentarios.
Todo lo contrario de la actuación de Su Majestad el Rey D. Juan Carlos I desde que asumió en 1975 el inmenso poder de la Regencia autoritaria a él traspasado: lo desmanteló íntegramente, en tres años, en beneficio de su pueblo.
c. Chávez, en tercer lugar, ha franqueado el rubicón de una sorprendente dinámica en política exterior. Voluntariamente Chávez quiere hacer descender su país del Primer mundo al Tercer mundo, alineándolo con Cuba y Nicaragua y en relación a las tesis neoindigenistas.
Todo lo contrario de Su Majestad el Rey Juan Carlos I quien, desde 1975, actuó como Jefe de Estado y homologó plenamente la nación que encabezó, como Jefe de Estado, con el Primer mundo.
d. Esto último que se explicita aquí ya requiere otro tipo de reflexión: el atroz comentario de Chávez, referido a una tragedia familiar que afectó la vida de nuestro monarca, monarca de todos los españoles, retrata de sobra la siniestra personalidad de Hugo Chávez.
Por todo ello, las provocaciones de Chávez...en resumen, ni comentarlas.