domingo, 3 de junio de 2007

ANOTACIONES LIBERALES: EL FIN DE LAS ESPERANZAS.

Lo más terrible que está aconteciendo en nuestra España, desde los días 11 a 14 de marzo de 2.004, es, finalmente, algo que lleva muchos años gestándose. Se refiere este dato a la pérdida colectiva de la esperanza , se habla aquí esperanza como actitud vital en el sentido de asumir toda la sociedad un proyecto ilusionante y colectivamente considerado (no teológicamente) , y el deseo de muchos españoles en determinadas regiones de España de olvidar, crecientemente, tanto su Historia como su pasado común y compartido.
Rota la filiación entre pasado y presente queda siempre, por desgracia, abierto el futuro hacia las consignas de los más aventureros y desvergonzados; aquellos que, finalmente, siempre manipulan aparentemente a las mayorías e imparten las infumables consignas envueltas en una jerigonza logsiana sin progresivamente contenidos.
Una de las características de la Historia, la cual como Ciencia debería ser siempre reservada a los historiadores, es que la Historia nunca avanza a saltos. El problema, dentro de nada, será la misma definición de historiador.
La Historia solamente puede avanzar de dos maneras: la primera, tratando de alcanzar la verdad en la investigación, subyace en éste objetivo el intento de desentrañar la misma, por el historiador, sobre lo acontecido en el pasado. La segunda, si bien ningún historiador tiene siempre la última palabra, edificando sobre lo que es irrenunciablemente la verdad, palabra tabú en nuestros días que debe entenderse siempre como acercamiento a la realidad de lo que aconteció. Solamente puede entonces la Historia, como Ciencia, avanzar hacia el futuro sobre unas bases firmes y reales.
La discursión sobre el método, entonces, se convierte en algo esencial: el método científico, y la discusión sobre el mismo, se convierten en una serie de áreas controladas de las humanidades por cuenta de la gauche sectaria y estructuralista de carácter marxista, en una de las principales palancas de activación de los cambios a través de la educación. La primera característica sistemática es finalmente impartir y difundir, entre los jóvenes, la tristeza.
Mas en un futuro, cuando los historiadores deseen saber qué ocurrió en España, en el tránsito entre los siglos XX y XXI, seguramente observarán que gran parte de la sociedad española perdió algo esencial: en primer lugar la noción del trabajo que trata de hacerse bien y rigurosamente y, en segundo lugar, la difusión del concepto todo vale que, como una metástasis, corroyó todo su tejido social: pues determinadas organizaciones minuciosamente y año tras año estaban creando su ejército de reserva revolucionario. Ya se vió dicho fenómeno peculiar en el abrumador bloque de jóvenes, inusual en democracias avanzadas, incorporados por primera vez al voto y que votaron por el PSOE el 14 M...
La relación, existente en todas las sociedades, entre distintas élites y grupos sociológicamente considerados se ha visto enteramente trastornada. Es curioso a este respecto que, cuando se habla de élite y de masa en sentido paretiano se impute a quien lo hace ser "fascista" cuando Pareto no lo formuló en relación a estas dicotomías y su análisis se puede aplicar a cualquier situación...ellos mismos tratan de ocultar algo siempre: la propia realidad que están creando.
El surgimiento de una nueva "nobleza administrativa" pseudorevolucionaria, burocrática y administrativa, siempre envuelta en el tópico discurso de los pobres frente a los ricos, que decide sobre todo, es la característica histórica de este momento.
Este espectáculo, afortunadamente estamos en el primer mundo, se convierte finalmente en un inmenso bostezo por parte de la mayor parte de la sociedad que asiste perpleja, a esa desverguenza . Se verá en las próximas elecciones.