miércoles, 15 de agosto de 2007

ANOTACIONES LIBERALES: SOBRE LAS TRES CULTURAS ( Y III)

HISPANIA O ESPAÑA, COMO PRIUS.

Al fín y al cabo, el gran debate de fondo siempre es olvidado: las tres culturas (otra cuestión sería discutir el mismo vocablo Cultura y qué implica, antropológica y sociológicamente) son, durante ocho siglos, como los árboles que nos impiden ver el mismo árbol (España) como el bosque (europeo). En todo caso siempre es evidente que una autoidentificación étnica, exclusivamente en torno a una Religión, genera diversas realidades no siempre deseables con la mentalidad actual: lo vivieron los judíos durante el Reino visigodo, lo volvieron a vivir cristianos y judíos durante las invasiones almohades y almorávides, expulsados de Al Andalus, y lo vivieron las minorías religiosamente musulmanas y judías, desde 1492.
Pues en realidad, en 711 o 717 , o el año 800, no eran tres sino : una abrumadora, la previa hispanoromana convertida jurídicamente en Reino visigodo dividida en dos religiones, y una superpuesta, la oriental arábiga en el seno de una civilización islámica en formación: primero dependiente del califato universal, segundo del Emirato de Córdoba y tercero del Califato cordobés, Al Andalus.
Y lo que define históricamente , en el plazo largo de tiempo, a España (como a Italia) es precisamente su romanidad o latinidad como su raíz judeocristiana. Es Roma, entre los siglos III antes de Cristo y el siglo V, quien conformará Hispania, o Spania en el siglo VI. Y es la sociedad mozárabe, la cultura hispanoromana tardía cristalizada en época visigótica que evolucionará hasta una cultura cristiana original y en regresión, la que subsistirá abrumadoramente en Al Andalus hasta el siglo XI, con unas minorías árabes y bereberes dirigentes, inicialmente mestizadas, hasta Toledo.
Pues la palabra previa subsistente hasta el siglo VIII en Hispania o Spania, Godo, no es una realidad tribal: ya que designa a todos los habitantes de la península y del Reino emancipado del Imperio con la ayuda de los bárbaros. Esto lo entendí plenamente...estudiando Historia medieval como en Canarias, incorporada a España muy tardíamente ( donde a los peninsulares nos llaman Godos). Los habitantes de la península se llamaban hispanos a sí mismos o godos frente a romanos o bizantinos en los siglos VI y VII. En esta realidad, desde el siglo VIII con la invasión musulmana que, para colmo, nunca tuvo lugar, nació el mito goticista, cuestión siempre olvidada por la gauche y mutilada estructuralistamente por sus seguidores reduciendo el goticismo a la alta nobleza. Y el resultado de Al Andalus convirtió la península, por ocho siglos, en un campo de batalla inimaginable.
Pues recuérdese siempre algo: la concepción final del Rex de España, en sentido heredado de la cultura hispanoromana, no es inicialmente la de expulsar a las minorías de judíos y musulmanes de la península, pues el Rex de España es Rey de las Tres culturas, mas siempre dentro de la herencia cultural, lingüística, religiosa, jurídica, de carácter latino y romano legada por los autodenominados godos (es decir, los hispanoromanos emancipados del Imperio romano).

1212. Las Navas de Tolosa: la realidad nacional definida.

El 16 de Julio de 1212 se hunde, en la batalla de Las Navas de Tolosa, actual Andalucía y entonces Al Andalus, el poder almohade. Las tropas coaligadas de cinco Reinos españoles (pues se consideraban, como estados, todos españoles); Aragón, Castilla, León, Navarra y Portugal, junto con contingentes reducidos de Cruzados, tenían en su frente un inmenso ejército almohade. En aquel lugar de Andalucía los Cruzados veían venir, frente a ellos, la inmensa masa de moros y de bereberes, procedentes del Norte de Africa sobre todo, auxiliados por andalusíes parece ser no muy entusiasmados, al sonido de tambores que hacían temblar el suelo como de trompetas y los estandartes musulmanes, ondeando al viento: como diría un andaluz hoy, "ná"(por "nada"). Los ejércitos coaligados, perfectamente unidos, motivados en torno a la insignia de Santiago, apoyados en una caballería poderosa, atacaron frontalmente cuatro veces, masacraron la guardia califal y saquearon el campamento de los almohades . El camino hacia Al Andalus estaba expédito. Pronto nacería parte de la actual Andalucía con la Gran Reconquista de Fernando III. ¿Judíos y cristianos se repartieron las mezquitas cordobesas desde 1236?.

1578. Alcazarquivir. Territorio del actual Marruecos.

Un imponente ejército lusitano (portugués) desembarcó en Marruecos. Todo Portugal o Lusitania se movilizó, durante años, para ésta empresa. Cada familia lusitana tuvo un miembro en dicho ejército. Ya el Cardenal Cisneros, ochenta años atrás, en la época de los Reyes Católicos, se planteó continuar la Reconquista hacia lo que fué la Mauritania Tingitana, dependiente de Hispania en el Bajo Imperio romano, para Europa y la cristiandad romana.
Comandaba el mismo ejército D. Sebastián, Rey de Portugal, sobrino de Felipe II quien había apoyado de sobra la empresa. La flor más granada de la nobleza lusitana estaba en él.
Aquellos 20.000 hombres van, detrás de las cruces, contra la media luna. Acompañaban al ejército lusitano también nobles españoles, alemanes y franceses. En Alcazarquivir se enfrentaron lusitanos y "moros": aquella espantosa batalla, llamada de los Tres Reyes, significaría la muerte de los tres monarcas (dos Sultanes marroquíes en pugna entre sí y el mismo D. Sebastián, cuyo cuerpo nunca será hallado), la aniquilación integral de aquel formidable ejército lusitano, como la salvación de los judíos de lo que sería Mauritania tingitana. Pues la leyenda dice que D. Sebastián prometió pasaría, primero, a cuchillo a todos los judíos sefardíes de Marruecos: cuestión que Yahveh no iba a permitir naturalmente. El resultado de aquel desastre fué la bancarrota económica de Portugal y la reunificación dinástica en Hispania o España de Portugal o Lusitania (menos Extremadura arrasada en torno a Mérida y la misma Emérita Augusta en previa época andalusí).
Recuerden el texto de aquella canción del ciclo francés citada en entrada anterior: "mozo animoso y valiente, no siempre bien aconsejado", La batalla de Alcazarquivir.