viernes, 3 de agosto de 2007

ANOTACIONES LIBERALES: TIEMPO CÍCLICO Y TIEMPO VECTORIAL (I).

Una de las características, más sorprendentes, que detectamos los historiadores es observar cómo determinados aspectos de la realidad se repiten sistemáticamente.
Posiblemente la causa sea, en última instancia, que el ser humano permanece en sus características psicológicas y sociológicas similar por siempre. Sin embargo quienes defienden el mito del "buen salvaje" como del "buen revolucionario" siguen anclados en el tiempo cíclico: ahora se llamaría, tal vez, el eterno retorno del buen revolucionario. Se está viviendo en diversos lugares del mundo. Lo estamos, viviendo encubiertamente, en nuestra España del siglo XXI por cierto. La batalla de las ideas está siendo crecientemente perdida por desgracia. Los nuevos barbaritos salvajes, enculturados en el igualitarismo extremo, proliferan como setitas...

- En la cultura helénicoromana, un substrato irrenunciable de nuestro Occidente actual, europeo y judeocristiano en tantísimos aspectos, no tenían duda sobre la idea del Eterno retorno. Los historiadores hablan de "civilización helénico romana" o de "mundo helénicoromano". Duró, claro, ocho siglos más o menos: desde el helenismo hasta la desaparición del Imperio romano occidental.
La cultura helénico romana estaba atrapada en el tiempo cíclico, el mito del Eterno Retorno, como de la desaparecida Edad de Oro. La Edad de Oro era la imagen mítica del periodo de Oro previo a la Revolución neolítica, imagen transmitida generacionalmente a las nuevas generaciones sumidas en la miseria postneolítica. Además, en ésta cultura helénicoromana, todo estaba predeterminado en el paganismo astrológicamente como por los espíritus y dáimones.
- La cultura de nuestro actual Occidente , en su gestación entre los siglos V y XVI, cambió sin embargo algo esencial : consecuencia de la Biblia judeocristiana, el tiempo circular previo del mundo pagano se convirtió en abierto, entre un principio (creación del Universo) y un final de los tiempos. Surgió en la cultura cristiana tanto la flecha del tiempo, que liberaba individuos y colectividades y finalmente destrozaba tantas supersticiones, como la igualdad radical en dignidad de los seres humanos por poseer todos almas siendo hijos de Dios, tesoro compartido entre judíos y cristianos. La discusión sobre el libre albedrío hizo el resto positivamente entendido. Esto será esencial en la refutación del mito del buen salvaje en próxima entrega.
- En los dos casos anteriores siempre existía una realidad subyacente: los romanos, por ejemplo, se consideraban el pueblo más religioso de todos, como nuestro actual Occidente vivió bajo las banderas de la religión cristiana en varias facetas (y su raíz judeocristiana) antes del proceso revolucionario francés. Nunca es preciso olvidar que la democracia en el continente europeo no la trajo la Revolución francesa (otro problemilla conceptual). Estados Unidos e Inglaterra eran pueblos democráticos desde su raíz religiosa.
A finales del siglo XVIII la Revolución francesa, proceso que en un sentido tanto bien hizo y en otro tanto mal, abrió otro camino y, alejándose de la base religiosa de las revoluciones anglosajonas, se inventó por algunos, en un momento, el lenguaje totalitario contemporáneo. El gran error jacobino lo vió por cierto Burke, quien siempre fué un must por cierto del autor de éste blog. Debe aclararse, además, que no hubo Revolución francesa sino un complejo ciclo sucesivo de revolutions.
Ya Francia padeció, desde el poder, el periodo de la Terreur primero y, en una región, el primer genocidio planificado de la historia universal Contemporánea, en La Vendée. Como surgió en Francia esa minucia en su momento llamada comunismo agrario de Babeuf, afortunadamente desarticulado.
- Babeuf hubiese sido feliz de saber su éxito: lo acontecido en Camboya, con el apoyo de muchos progres por omisión, le hubiese complacido. Bueno, algunos (perdón por escribirlo) "chicos" camboyanos dirían determinados progres de acá, "buenos chicos" similares en aspectos a la versión racista maoísta albanesa etarra existente en vascongadas, se lo tomaron en serio estudiando, seguramente de manera segada, en París.
Al menos estudiaban en París y no estaban en herrikotabernas: mas quienes aplicaron el Horror por cuenta de los teóricos eran individuos similares a determinados cafres prestos a saltar sobre todos, como los que existen en el norte vascongado,
En Camboya ocurrió, después de 1975, la tragedia : tragedia que tuvo, entre otros pretextos, la vuelta a la Edad de Oro del pueblo Khmer. En españa existe el mito de EuskalHerria por ejemplo en nuestras provincias vascongadas del Norte.
Una vuelta a la Edad de Oro desprovista de cualquier connotación grandiosa: los inmensos complejos de Angkor, grandiosa capital de los Khmers, expresaban una civilización hidráulica creada en torno a la religión, mas los miembros del Angkar despoblaron enteramente las ciudades del país.
El Khmer rojo lo primero que hizo fué vaciar en 48 horas, a punta de metralleta, mortero y cañón, una inmensa capital. Y las grandiosas ruínas arqueológicas de Angkor se vieron seriamente amenazadas por el abandono y la destrucción planificada de dicha nación por el autodenominado Angkar. Las dos cuestiones, nunca se olvide, estaban estrechamente interrelacionadas. Sin embargo un sector de occidentales se preocupaban por el riesgo de las ruínas de Ankgor y no de lo que ocurrió con el vacíamiento de ciudades de Kampuchea por el Angkar.