viernes, 13 de julio de 2007

ANOTACIONES LIBERALES. REMEMORANDO UNA INFAMIA DE HACE DIEZ AÑOS.

En recuerdo de Miguel Ángel Blanco. Un joven quien, hace años, representante electo por parte del pueblo de Ermua, fué vilmente torturado (siempre se olvida su larga agonía) y asesinado, por los asesinos terroristas de ETA.

P.d.: Naturalmente fué concejal de un partido democrático y constitucional, el Partido Popular.

SOBRE CAMBIOS EDUCATIVOS TRASCENDENTALES (II).
Entrada de día Jueves doce de Julio.

El Universo nunca es una combinación ciega de átomos juntos y revueltos por un azar ciego. El Universo siempre está creado y organizado por Yahveh conscientemente: todo en él se orienta hacia una finalidad espiritual, pues lo creó Yahveh, igual que al ser humano, como consta en el Génesis. Libro siempre redactado metafóricamente mas, en última instancia, recogido en la Biblia cuyos textos son "Palabra de Dios", dice la Iglesia durante la misa. Un ejemplo de lenguaje teológico, metafóricamente hablando, además.
No siendo filósofo ni teólogo hay, sin embargo, algunas ideas muy claras. La primera, todos somos hijos de Dios. La segunda, en el ámbito de los principios, nunca hacer a nadie, nadie real de carne y hueso, lo que no quisiese se hiciese a uno mismo a otros. No hace falta ser católico, o cristiano en general, o judío para ello. El español Séneca, pagano, es plenamente cristiano sin embargo en muchos aspectos: pese a su finura Séneca sería autor de un escrito delirante y de mauvais gout redactando una apoteósis con motivo de la muerte de Claudio. Leyendo este escrito de Séneca y contrastándolo con otros siempre queda una extraña sensación, no parecen redactados por la misma persona. El camino espiritual de las personas está lleno de esos contrastes.
Este ideal nace tanto de determinadas filosofías como de la concepción judeocristiana del alma como de la diferencia entre dos troncos: uno, el de las religiones judía y cristiana, donde Yahveh tiene en los seres humanos una filiación con sus hijos y otro diferente en la religión musulmana, en la cual los seres humanos son solamente ... criaturas creadas por Alá mas nunca hijos suyos. Cuestión siempre olvidada por cierto en España.
Cualquier persona, individual y humana, en consecuencia es única e irrepetible. Nadie es casualidad sospechosa pues nadie acá está caprichosamente; cada ser humano en sí es la más alta, rica encarnación de la vida querida por Dios. Cada uno de nosotros es también un pequeño Universo. En teoría y en principio el hombre, cultivándose y perfeccionándose, puede intentar alcanzar siempre la plenitud: tanto desde su plenitud como desde su filiación con Dios.
La religión nunca puede ser sustituída por la filosofía: todos los seres humanos tienen la necesidad de la fé y de creer en algo. Si se sustituye, crecientemente, la religión exclusivamente por la filosofía y la disolución de los seres humanos en las "estructuras" (lo cual, en última instancia está aconteciendo en nuestro país): y esta filosofía es además la de un Partido específicamente, la primera consecuencia es colocarnos a todos en el rango de siervos, siervos de las ideas que degradan a los seres humanos y los convierten en esclavos, en vez de convertirnos en Señores de la vida como hijos de Dios. Nuestro pueblo español siempre dijo algo esencial: "la caridad siempre empieza por uno mismo", uno de los pocos refranes en verdad auténticos del refranero castellano. Si los miembros del pueblo se ven a sí mismos como imago dei reafirman su propia dignidad siempre.
Compartir por ejemplo no significa ser robado: aunque por otra parte, cuando era profesor universitario estaba muy contento que me pagaran (poquito por cierto) por algo por lo que yo hubiese pagado, encantado, para que me dejasen hacer. Si se mutila la Religión de la dimensión humana nada queda.
Augusto preguntó, en su lecho de muerte, nos recuerda Suetonio, en su Vita Duodecim Caesaris , "si había representado bien la comedia de la vida". Como Rabelais, autor de aquel delirante relato "Gargantúa y Pantagruel" dijo "Bajad el telón, ha concluído la farsa" en su lecho de muerte.
La verdad última y esencial de la Vida es que estamos aquí para algo y que, en última instancia, en el ámbito de los principios, desde la concepción hasta la muerte, la vida de cada uno, sagrada, no es una farsa sino una realidad siempre querida por Dios. Olvídense que todos somos hijos de Dios y en consecuencia poseemos igualdad de derechos, o todo estará permitido...
Este es el peor cambio educativo que se está difundiendo progresivamente: olvidar verdad tan sencilla y, sobre todo, querer borrarla de las nuevas generaciones.