lunes, 3 de septiembre de 2007

ANOTACIONES LIBERALES: ¿HOTELES Y CLÍNICAS PARA ANIMALES ?


Hablando de perros : ciertamente un sector sociológico reducido de los españoles siempre se preocupó por sus mascotas y, estos días, una señora con un título muy importante abre a la prensa su cementerio canino y lo muestra en una revista. Afortunados perritos criados en un palacio y con tumbas, con lápida grabada incluída y no enterrados en nichos.
Recuerdo aquellos años por la diferencia sociológica existente globalizadamente en el status canino entre los animalitos de compañía españoles y los de otras sociedades de naciones europeas.
Cuando Jose María García, el gran periodista deportivo, ironizaba sobre D. Óscar Porta, perro de un Presidente de la Federación Española de Fútbol y su vida cual marqués, el asombro era causado porque aún en España abrumadoramente los perritos eran animales y no del todo succedáneos de humanos.
Nunca, hasta estos días, el autor de éste blog se planteó nada al respecto: ni sobre peluquerías caninas, ni sobre hoteles u hospitales perrunos, ni sobre trato a animales de compañía por sus propietarios, ni sobre gimnasios para perros. Siempre a favor de la libre empresa, la medicina canina y demás servicios crean puestos de trabajo, y que cada uno haga lo que quiera, en el buen sentido de la palabra, con su dinero y con sus mascotas. Bueno: siempre es preciso evitar que, es usual desgraciadamente, en una reunión de amigos cuando dos perros con dos amos distintos se pelean entre sí, los amos se peleen entre sí, lo cual es sintomático de algo subyacente.
Hace varios años una amiga nuestra, residente en Sevilla, nos explicaba una experiencia surrealista: estando enferma, o muy enferma, una noche su perrita caniche, bola plateada de sedosos rizos (las llaman "perritas Marilyn") llamaron angustiados a una ambulancia perruna: cuando el marido supo el coste del viaje aulló "¡pues quédense con la ambulancia!". Curiosamente no me planteaba aún nada sobre los perritos.
No hace demasiado tiempo, dos amigos nuestros, con tres perros Cockers y dos gatos en su domicilio, naturalmente tuvieron otra alarma. Supimos aquello indirectamente, toda vez que nuestra amiga nos explicaba que "estuvo en el hospital" (susto mío y de mi esposa) , pues "se puso malísima", "tuvo que ir en ambulancia" y "fué intervenida quirurgicamente": al final del dramático relato supimos que no se refería a ella ... sino a su perrita Cocker.
Sobre la "humanización" de los animales poco puede decirse salvo algo esencial: supuestamente esa humanización es síntoma tanto de un aumento de la compasión como de la bondad de la sociedad, sin embargo nada hay más falso en varios sentidos que dicho aserto.
Si bien muchas mascotas se convierten en algo afectivo para sus propietarios otras existen por reflejo de imitación social; recuerdo una foto familiar de un conocido, una familia debe tener teóricamente su vivienda adosada, su ranchera aparcada en la puerta, aparte de estar compuesta por marido, esposa, dos hijos : y, ejemplo, en foto un San Bernardo.
El culto creciente a las mascotas refleja otra cuestión. Nada es más triste que una sociedad, pese a su aparente bienestar, esté crecientemente sin niños y sin afectividad: esto explica también el auge de las mascotas y animales de compañía.

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