domingo, 2 de septiembre de 2007

RECUERDOS PERSONALES SOBRE MELODÍAS

Se comenta, en ésta breve entrada, el CD de la colección Concierto Barroco : Cd referido a La Serva Padrona, de Giovanni Battista Pergolesi. Interpretada ésta ópera por el Collegium Aureum, la misma tiene, como soprano, a Magdalena Bonifaccio, interpretando a la sirvienta Serpina, mientras que es bajo Siegmund Nimsgern, interpretando el personaje de Uberto. El sello es de Deustche Armonia Mundi. El comentario musical, inestimable, situando la obra en su contexto político y sociohistórico, es de Helmut Reynold, mas no se sigue aquí.
Al fín y al cabo, La Serva Padrona supuso, en su época, un verdadero revulsivo en el mundo musical en Francia. Los dos personajes que actúan en dicha obra son, por primera vez, representantes genuinos del pueblo, finalmente representados en el lugar menos popular. Rompía dos tabúes inicialmente en la escena teatral francesa. La Commedie francesa, enfrascada en representar tragedias de Racine, no prestaba atención a una bufonada tal. Igualmente rompía la tradición operística tanto por su orígen como por la banalidad del argumento. Obrilla pensada en Italia como operita de caracter humorístico y bufonesco reflejando un pequeño imbroglio de la vida cotidiana, tras una compleja peripecia en París se "estrenó" finalmente en el lugar más noble, chic y exquisito (y caro) de entonces. Además, su éxito se consagró en el Templo por antonomasia de la música noble en Francia (segundo tabú roto).
Mientras la mayoría de las producciones de entonces estaban presididas por Dioses y héroes mitológicos , he aquí, como personajes, a un maduro personaje, gruñón y cascarrabias, discutiendo con su sirvienta, como ocurre en el Aria 1, Uberto, Aspettare e non venire, en donde se queja el personaje ... por la tardanza en ser atendido, hasta tres horas, por su sirvienta.
Al fín y al cabo todo se reduce a una historia aparentemente banal pero históricamente esencial. Una historia en la cual una mujer, Serpina, que encarnaba el pueblo femenino, triunfó en el Templo de la música en Francia. Igual que en España,en el régimen anterior, un individuo arreó a un actor que interpretaba a un malo del culebrón radiofónico de Simplemente María, confundiéndolo con un personaje auténtico, 270 años atrás muchos tomaron la ficción por realidad. ¡Y la criadita se casó con su patrón! ¡Y con privilege du Roy!
Pues lo sociológicamente importante era que quien simbolizaba a una mujer del pueblo estaba finalmente equiparada, en la escena más chic, bien a Diosas bellas, bien a personajes mitológicos como Aci, Galatea y Polifemo, bien a heroínas como Dido Reina de Cartago que trataba a Eneas (recuérdese la entrada referida a esta ópera de Purcell) , bien a Emperatrices como Poppea (queda pendiente un comentario a L´Incoronazione di Poppea), bien a personajes - casi superhombres - que causaban guerras.
El argumento del libreto es, pese a sus consecuencias históricas, aparentemente inocuo y trivial. Las astucias femeninas referidas a un sencillo y problemático flirt entre un madurito gruñón y sirvienta, y el juego de seducción entre joven sirvienta y maduro gruñón termina, evidentemente, en boda. Así lo desea el público. Encima ella misma (a la vez ingenua, astuta como ligeramente perversa) conseguirá ser dotada por el futuro marido. Un inmenso suspiro de satisfacción recorrió todos los escenarios y estalló la tormenta: ¿Serpina era honrada o no lo era?
Todo un programa vital y sociopolítico para innumerables damiselas, camareritas, criaditas, doncellitas : y una tempestad violenta que sacudió toda la sociedad, simultáneamente, que desactivaría un simultáneo y peligrosísimo polvorín social con disturbios incluídos.
La apoteósis popular que supuso ésta ópera de Pergolesi, como la disputa general sobre la misma, no iba exclusivamente unida al éxito de público. La misma quebraba diversos tabús sociales. El incuestionable éxito de la citada obra puso en cuestión, precisamente, todo lo que hasta ése momento se consideraba como "noble". Todos los intelectuales se alinearon, naturalmente, a favor del pueblo. Las Lumiéres están en éstos momentos eclosionando.
El ancien régime seguía vigente por otra parte: los mismos hommes d´honneur tenían que batirse, a florete, por l´honneur de Serpina o contra el mismo. Una doncellita del servicio doméstico , Serpina, ingeniosa, seductora, melancólica y graciosa inicialmente en su Aria, como alegre y algo cascabelera posteriormente, piénsese en la pista 9, el Aria de Serpina, "A Serpina penserete".
Siempre es preciso recordar el precioso Duetto "Per te io ho nel cuore" con que termina la grabación.
La obra, en resumen, es un hito. No en vano, finalmente, aspectos musicales de W.A. Mozart no se entienden si no es por la influencia de deliciosas y aparentemente humildes composiciones de monjitas de conventos madrileños; tampoco se entienden sin Giovanni Battista Pergolesi.

Próximas entradas previstas, comentarios sobre :
- Choeur de l´Eglise russe de Geneve, dirigido por Alexandre Diakoff. Editado por Cascavelle, con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Alejandro Arhangelsky.
- Sobre un fondo basso ostinato: contrastando varias grabaciones sobre la Sonnerie de Sainte Genevieve du Mont á Paris de Marin Marais.
- Un comentario a The Beggar´s Opera.
- Un comentario a Música Sacra (CD de Chor KUL).