lunes, 17 de septiembre de 2007

ANOTACIONES LIBERALES: QUÉ ESTÁ OCURRIENDO EN ESPAÑA (I)

Un empresario privado, de extraordinaria relevancia entre los años cuarenta y ochenta tenía, entre sus notas personales y manúscritas, una muy sugerente anotación: "Nunca pedir ayuda a las autoridades. Las autoridades solamente se preocupan de los temas políticos. La problemática interna de la empresa debe ser analizada desde la misma empresa, en su etiología, y los remedios ser aplicados prontamente." Naturalmente era otra época : en el ámbito político, económico, social.
Otra de aquellas notas decía: "El empresario debe escuchar a todos mas, una vez oídos los pros y contras, la decisión debe ser tomada y seguida inalterablemente".
España , por cierto, no es una empresa, es una nación. Una de las naciones más antiguas del mundo y uno de los primeros estados modernos nacionales europeos. Además el concepto de España para los españoles , por muchos siglos , nunca fué un concepto mercantil: nada menos que el mercado nacional solamente pudo articularse, desde mediados del siglo XIX, empleando el ferrocaril. El concepto constitucional de España somos todos los españoles autoorganizados en Reino, nación única e indivisible autorefrendada constitucionalmente : según una fictio iuris dirán los críticos, mas de ahí, desde 1978, deriva nuestra legitimidad subsumiendo un pasado de 2.000 años.
El actual concepto de España no es evidentemente religioso ni tampoco económico. El gran periodista Azorín nos recuerda la importancia que tenía, precisamente antes del siglo XIX, la idea de la "Patria religiosa". Lo descubrieron, a su costa, los franceses cuando invadieron España en 1808 . Lo descubrieron cuando todas las Iglesias de una nación fragmentada, en la cual la abrumadora mayoría de la población estaba confinada en sus comarcas y sociológica y voluntariamente agrupada en torno a sus Iglesias y Ermitas y Conventos, tronaron retóricamente contra los "blasfemos impíos que beben la sangre del AntiCristo". Los franceses trataron de responder desarrollando la propaganda; incluso en lo que es Comunidad Autónoma vasca y llaman hoy Euskal herria (bueno, siempre prefiero provincias vascongadas) cubrieron bosques de panfletos naturalmente en castellano árbol por árbol. Ocurrió igual que con los musulmanes muchos siglos atrás: a los musulmanes les tiraron pedruscos y a los franceses los vascongados les respondieron naturalmente con exabruptos, en ocasiones escatológicos.
La población estaba confinada en sus comarcas pues no existían medios de transporte rápidos: no confinada por culpa de la nobleza ni de la burguesía ; sino por la distancia que un ser humano podía andar por senderos y caminos un día. Treinta kilómetros era, hasta casi mediados del siglo XIX, el límite geográfico y vital del 99% de los seres humanos.
Hoy por el contrario, entre finales del siglo XX y principios del siglo XXI, la situación es muy diferente en muchos sentidos. La globalización (pese a determinados riesgos, carencias y problemáticas basadas en situaciones desiguales) positivamente entendida trae también muchas oportunidades.
Decía que España no es una empresa, sino una nación, mas curiosamente determinados aspectos del funcionamiento interno de una empresa, en concreto lo que llamaríamos funciones ejecutivas o de dirección, pueden traspasarse al análisis de situaciones en el ámbito nacional: es aquí en donde empiezan los problemas.
Detecto dos cuestiones dramáticas, en los últimos tiempos, si bien las detectaba en embrión desde 2.000 desde un sector de la llamada clase política: ahora son constante y tendencia.
- Una, las autoridades nacionales , evidentemente, se preocupan de los temas políticos; si entendemos política como arte de lo posible y búsqueda del bien común, las autoridades nacionales españolas están incurriendo en una serie de , digamos eufemísticamente, errores sorprendentes. Puede objetarse a ésta afirmación ciertamente que las autoridades nacionales disponen, en sentido contrario, de información que no conoce la mayoría de sus conciudadanos .
- Dos, las autoridades nacionales políticas actuales españolas según sus detractores, hoy, ya no escuchan a la mayoría y no se preocupan por la mayoría: y una vez escuchadas todas las partes, sorprendentemente, no siguen una decisión previa inalterablemente, sino que zigzaguean continuamente. Puede objetarse a esta afirmación ciertamente que las autoridades nacionales son coherentes y que existe un problema en el mundo de la comunicación pues hay dos imaginarios (imágenes que mueven a amplios sectores de la población española) bien diferenciados patentes en los medios de comunicación: es decir, existen dos universos distintos y realidades distintas analizando la situación sociopolítica española y en la polarización que estamos viviendo es obvio existen dos visiones diferentes . Lo cual significa, en resumen, que una de las dos partes, en ésta polarización creciente que vivimos los españoles, mete la patita hasta el fondo.
En función de ambas realidades o apreciaciones seguirán las entradas de ésta semana: pues pese a las dos objeciones reseñadas (es obligación intelectual consignarlas) es ya evidente qué está ocurriendo en España.