martes, 5 de agosto de 2008

HISPANIA Y ESPAÑA (VII)


I. LENGUAJE Y NACIONALIDAD.


Los lenguajes coloquiales son los que aquí interesan: pues son las matrices en las cuales se enculturan los colectivos y son transmitidos por las madres a los hijos: en el caso de Hispania, Spania, España, por ejemplo, la irrenunciable matriz de una nacionalidad fué la lengua latina.
El español o lengua española, es decir, la variante del latín hispánico que implícitamente consensuaron a lo largo de los siglos, fué y ha sido, progresivamente por mil años, a causa de una compleja serie de razones, la lengua o idioma vehicular entre todos los habitantes de la península. Y el parecido del español penínsular con el latín vulgar y coloquial es...asombroso.
Oigan...es que los súbditos del teocrático, e imposible de imponerse históricamente, emirato y califato en Cordoba hablaban en la variante del latín hispánico evolucionado y en la misma Corte califal se hablaba éste idioma. Existió la diglosia lingüística. El árabe era una lengua administrativa...
A éste respecto, mañana se narra una anécdota auténtica acontecida en Aula universitaria.

Por dos mil años los españoles, como el resto de europeos, aceptamos la variante culta fuese el latín del Imperio pasado a vehicular o vulgar, el latín de la Iglesia, u otros europeos el griego: y por mil años, al amparo de ésta realidad, se desarrollaron también, sobre su previo substrato, las nuevas lenguas étnicamente, propias en cada colectivo, sobre el espacio geográfico europeo.

II. LOS GRUPOS REDUCIDOS SON LOS QUE DECIDEN FINALMENTE LA PERMANENCIA DE LOS COLECTIVOS.

En ésta realidad histórica existen dos elementos esenciales, que se han mantenido invariablemente por dos mil años.
a. Uno, evidentemente, un grupo de seres humanos despositario de una sabiduría y tradición cultural, en cualquier dimensión, encuadrada en dicha matriz.
Entramos en la idea del mandarinato cultural.
El colectivo acepta que una minoría de seres humanos detente ése poder, incluso que se fije su manera de ser desde ella. Los chinos lo aceptaron, como los europeos lo aceptaron.
Si estas minorías históricas, entendidas como grupos sociológicamente o antropológicamente delimitados con unos rasgos que las singularizan, eventualmente abusan de dicha posición, o el colectivo se siente oprimido por ellas, el colectivo las elimina.
- Ejemplo, los pueblos europeos, como constante histórica, junto al mandarinato helénico romano de las Iglesias por 1.500 años, se identificaron a sí mismos nacionalmente pues crearon sus aristocracias de sangre, y después, progresivamente, paulatinamente en muchos casos, o de manera sanguinaria excepcionalmente , los colectivos las despojaron de su poder cuando fueron opresivas , o molestas simplemente, para ellos.
Pocos piensan en que la crísis auténtica, tanto para la aristocracia europea como para el mandarinato cultural europeo, no fué la Revolución francesa, sino en el siglo XX dos momentos esenciales; la Primera Guerra Mundial (desaparecieron los Imperios) y la Norteamericanización de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, proceso que reviste por cierto muchísimos aspectos positivos. Y, en sentido contrario, el proceso histórico abierto tras el jalón que supuso Mayo de 1968 y las desconstrucciones intelectuales características de la postmodernidad.
- Ejemplo; en China, cuando la religión oficial del estado fué mal entendida, se convirtió en un símbolo de opresión excesivo, y fué incapaz de afrontar tanto la crísis interna tras el excepcional mandato del Emperador Qien Long, como el choque con Occidente a lo largo del XIX, el Imperio cayó finalmente porque el tradicional mandarinato como el confucianismo fueron momentáneamente barridos, y curiosamente por un grupito de niños bien encuadrados en dicha tradición ... quienes primero crearon el Kuo Min tang y otros, disidentes, crearon el PCCh.
Tras los sucesos de Tian An Men, a principios de siglo XX, se inventaron la República (en mandarín el vocablo República no significa lo mismo que en nuestro Occidente helénico romano, Europa y USA), introdujeron la palabra Democracia (cuyo vocablo en lengua Han no acaba por significar lo mismo que en nuestro Occidente helénico romano, Europa y USA) y, como por más de dos mil años los Emperadores estaban por "Mandato del Cielo", como son Chinos de cultura Han, las abuelitas decidieron (por una serie de años) que Mao y el PCCh tenían "el mandato del Cielo"...
Hasta que ocurrió la Revolución Cultural...y todas las abuelitas fueron vejadas y humilladas.

b. Dos, para que existan históricamente esas realidades son necesarios unos colectivos que han sido enculturados en ésa realidad previa, e interactúan desde ella, con ella, y sobre ella. Si el grupo de seres humanos decide seguir siendo invariablemente ellos mismos se generan, en el plazo del tiempo, las naciones entonces, exista - o no - un estado administrativamente concebido que las encuadre.
Los polacos podían no tener un estado por un largo período de tiempo pero se sentían una nación.
Los seres humanos, por ejemplo, entendidos como grupos, tendemos a crear ideas y estructuras que se replican a sí mismas. Una de esas ideas, interiorizadas por todos los colectivos, fué Hispania o España.
También es cierto que, antropológicamente está estudiado, los grupos tienden a crear mitos en el decurso de muy pocas generaciones; mas empieza a ser demencial que, aprobada una Constitución con abrumadora y significativa abstención (la cual votó el autor de éste blog) , o aprobados unos Estatutos con abrumadora abstención en dos momentos históricos desde 1978, la descentralización administrativa genere procesos o periodos que pueden llevar a dicha espléndida realidad histórica a una hipotética disolución.