domingo, 24 de agosto de 2008

SOBRE LAS FIGURAS DE MITHRA Y DE JESÚS (I).

I. Dos Religiones desaparecidas, y otra Religión subsistente aún hoy.

Visitando la Ciudad Eterna , en determinado punto del recorrido existe un inmueble cercano a Porta Maggiore, edificio que llamaba la atención a turistas hace muchos años; los turistas pensaban, ante la inexistencia de explicaciones oficiales suficientes, se encontraban ante una Basílica paleocristiana. Edificio que era, en realidad, una Basílica neopitagórica, según la hipótesis y los estudios de Carcopino. La más exquisita decoración en estucos decoraba y decora sus interiores. Éste edificio era entonces una "Iglesia" neopitagórica utilizada en el siglo I d.d.C.
La distribución formal de los espacios recuerda inquietantemente, en reducidas y armoniosas pero algo extravagantes proporciones, las grandes basílicas cristianas de los siglos IV y V d.d.C.
Los neopitagóricos fueron una secta pagana originaria del área cultural de Grecia cuya presencia, en textos, es recurrente en determinados momentos en la época tardía de la República, y los principios del largo periodo del Imperio. Vivieron momentos de persecución y vivieron momentos de tolerancia. Entonces con ramificaciones importantes, manifestaron su presencia con un centro de culto discreto pero cualitativo, que no cuantitativo. Bellísimos estucos, mármoles, combinaciones de colores decoran dicho templo. Inquietaron demasiado al Poder y fueron dispersados y exterminados por los emperadores. Son restos de religiones pasadas, en éste caso una religión muy minoritaria, pero muy influyente, extinta en el siglo I d.d.C., restos que subsisten hoy.

Y teniendo en cuenta todo lo que es preciso descubrir del pasado enterrado de la ciudad más importante del Universo hacia los siglos I, II y III d.d.C., existen dos imágenes que prefiguran el futuro del siglo XX y XXI, en realidad nuestro presente.
Lo estamos viviendo los españoles con los crecientes ataques a la Iglesia Católica.

Sobre una de las siete colinas tradicionales de Roma, en nuestros días, aún algunos visitantes pueden descender por estrechos pasillos labrados en el suelo, y sus escaleras desgastadas. El actual complejo de edificaciones descansa, según alguno, sobre un desaparecido Palacio Senatorial (aquellas grandes domus cerradas en sí mismas, que contenían todo lo que una pequeña ciudad podía reclamar para sí; desde Foro, Basílica, termas, instalaciones deportivas, templos, gimnasios, instalaciones hípicas) : arriba sobre numerosos estratos hay una Iglesia, hoy llamada de San Clemente y, más abajo, varios metros debajo del nivel actual, puede accederse a un Mithareum, templo de Mithra. Los Mithraea eran templos subterráneos y sus bóvedas representaban el Cosmos. Mithra, pasados los mediados del siglo III d.d.C., fué una de las divinidades asimiladas, por el Gran Emperador Ilirio Aureliano, al Sol Invictus , que fecunda con sus rayos la tierra. Mañana se hablará de éste religión que pudo ser oficial en el Imperio romano.
El culto iniciático o mistérico de Mithra fué creciendo en el Imperio, siglo tras siglo; y resultaría esencial entre las legiones del mismo , a partir de un momento, y hasta su final.
Es constatable, por ejemplo, que en el territorio del Occidente del Imperio, la eclosión de Mitharea es de finales del siglo I d.d.C. Mas según otro especialista el momento decisivo es el siglo II d.d.C.
A mediados del siglo III d.d.C. hubo un no explicitado encargo de los Emperadores; todo un movimiento de sincretismos y de asimilación de unas religiones paganas con otras que fué auspiciado en torno a la matriz de la filosofía platónica, y generó también el movimiento filosófico llamado el neoplatonismo.
No cabe duda, además, que los militares de entonces veían, con muy buenos ojos, dicha religión Mithraica por una serie de elementos característicos de ella y que se pormenorizarán en una entrada más adelante.

No muy lejos, más allá del subsuelo de la Roma Áurea encerrado bajo 1800 hectáreas y 18 kilómetros de murallas, el pasado reserva otra sorpresa, escogida aleatoriamente: ya en el dédalo de catacumbas (las catacumbas, por su grandiosidad y complejidad, no se idearon como complejo subterráneo para ocultarse los cristianos de los paganos), y con una cronología datable similar, surge una pequeña Iglesia subterránea; mas a una distancia no excesivamente alejada en superficie de aquel Mithraeum subterráneo. Casi seiscientos kilómetros de catacumbas .
Dos templos subterráneos y bajo tierra, es decir, vocacionalmente subterráneos. Momentos en los cuales , por cierto, el Cristianismo no era aún religión oficial del Imperio ( como lo ha sido, hegemónicamente en nuestra Historia, en Hispania y España religión del Estado por mil quinientos años).

II. Planteamiento de un problema.

Aspectos del Mito Mitraico - según se desarrolló ésta religión en el Imperio romano - presentan determinados paralelismos con la religión cristiana. Mas existe una diferencia esencial entre una religión y otra. Se encuentra en la substancia última de ambas religiones que son, pese a la grandiosidad moral de sus mensajes ambos... sustancialmente diferentes. Mañana se hablará sobre esto.
El Mitraísmo era una religión totalmente astrológica y con una cosmovisión determinista, y el cristianismo, desde su nacimiento, crecimiento y expansión, rechazó la astrología, y tendía a desarrollar el libre albedrío. El camino iniciático de las religiones paganas pretendía liberar al ser humano de las supersticiones que encorsetaban la vida cotidiana y en el paganismo cotidiano.
El cristianismo liberaba las masas directamente, destrozando las supersticiones, los rituales sin sentido, el temor omnipresente a los daimones, y vinculándolas directamente, en su esencialidad cotidiana, con Jesús.
Nunca entendió el autor la trascendencia de ésto, hasta que conoció a un limpiabotas de etnia gitana y éste no era católico y trabajaba como tal en una buena cafetería. Era hombre de trato muy correcto y siempre digno, nunca servil. Lo traté ocasionalmente y, en las ocasiones que hablábamos, me hablaba de Jesús, de la Bondad de Jesús, de cómo Jesús impedía que los miembros de su etnia fuesen malas personas, y cómo siempre hacía milagros en el entorno de él, que todos vivían y conocían. Y, una vez a la semana, todos se reunían y glorificaban a Dios y a Jesús. Dijo que, todos los días, cuando se levantaba hablaba con Jesús y, cuando se acostaba, hablaba con Jesús. Y, añadía, con orgullo ; "gracias a Jesús nuestros churumbeles son buenos".
Es cierto que lo que llaman el Culto, desarrollado entre ellos, ha sido muy criticado por diversas personalidades, incluso autoridades políticas, e incluso filósofos (hubo un filósofo que abusó de su hospitalidad y, posteriormente, los ridiculizó en televisión en público y en presencia de ellos). Ese día recordé que, una vez, ese digno limpiabotas me dijo; "Todos nos creemos que somos Dios hasta el día que nos damos cuenta que nos falta ... Jesús". Aquel filósofo, engreído y autosuficiente y que actuó con vileza y doblez, había olvidado aquella sencilla verdad, abusando de la hospitalidad de quienes le invitaron, de buena fé, a estar con ellos y le permitieron estudiarles.
Mas es elemento de reflexión, y de perplejidad, que estas Iglesias estén llenas de personas humildes y de pobres (no solamente de etnia gitana) y las Iglesias de nuestra religión de siempre, la que nos transmitieron nuestros antepasados, estén crecientemente ...vacías. Las causas son muy complejas. ¿La causa se encuentra en la mala interpretación de la palabra Caridad? No solamente se encuentra en eso; una parte importante de la Iglesia, embarcada en estructuras de Acción/Transformación, o en la Teología de la Violencia ha olvidado que el mensaje de Dios es para cada ser humano en primer lugar, es decir, para su alma irrenunciable e irremplazable.

III. Dos religiones y dos caminos diferentes hacia la Salvación.

Esto lo supieron los extintos Mitraístas, quienes fueron Religión de salvación, en su mensaje específico y en su momento histórico (si bien nunca podremos saber cuál fué el concepto de alma de los mitraístas en época del Imperio romano), como lo supieron los primeros cristianos en el suyo; mas existieron unas divergencias históricas esenciales entre ambas religiones.
El Mithraísmo, en época del Imperio romano y sobre su suelo, era una religión iniciática, cosmológica, y destinada a minorías; mientras que el cristianismo - la Sinagoga judía que decidió universalizarse y diferenciarse - era una religión universalista y proselitista, desde el mensaje de Pablo, la cual se desvinculaba activamente de lo cosmológico.
Las dos religiones nacen además en lugares geográficos diferentes y además tienen obvias influencias diferentes. Mañana se habla de estas cuestiones.
El Mitraísmo, sistemáticamente, tendía a marginar las mujeres mientras el cristianismo supo, como una de las causas esenciales de su éxito, conquistar a las mujeres. Es cierto que entre los primeros cristianos asomaba, en determinados momentos, la misoginia (basta releer a Tertuliano). Mas es cierto, igualmente, que las mujeres fueron esenciales en su triunfo. Basta releer a escritos de San Agustín, escritos de San Jerónimo, o escritos de San Juan Crisostomo, para entender esto.