domingo, 13 de mayo de 2007

Anotaciones liberales (XXXIV);¿LAS MENTIRAS SOCIOECONÓMICAS? (1975 - 2.006).

En 1975, hace treinta y dos años, España se encontraba en un nivel de convergencia con la Europa de entonces superdesarrollada cercano al 80%. Nivel de convergencia respecto a medias de una Europa superdesarrollada entonces. Ya sabemos que las estadísticas, nos lo recuerda Borges, enseñan a veces lo que no interesa y ocultan lo que verdaderamente interesa...mas esa realidad estadística está consignada documentalmente de sobra.
Una Europa con la cual nos comparábamos los españoles, integrada en la Comunidad económica europea. Un nivel de comparación que solamente se recuperaría a principios de la década de 2.000, pues hubo un retroceso posteriormente estimado en cuanto a niveles de convergencia, lo cual es otro hecho histórico.
Este proceso histórico hasta 1975, estadísticamente acreditable, fué obra del esfuerzo combinado de todos los españoles. Para unos se llama desarrollismo, para otros crecimiento. En el mismo resultado positivo se combinaban: la existencia de una potente banca en manos privadas, la paradójica creación y puesta en marcha de una administración en muchísimos sentido apolitizada y considerada entre las mejores del mundo, la creación de un poderosísimo complejo industrial mediatizado públicamente, el I.N.I., iniciado y planificado desde época de la autarquía, la importancia de los Planes nacionales de desarrollo impulsados desde los gobiernos tecnocráticos, el desarrollo de un enorme número en el ámbito nacional de pequeñas y medianas empresas fruto de la iniciativa privada.
Igualmente, es también otro hecho histórico que durante el periodo del anterior régimen existían muchas leyes laborales obsoletas para sectores sociológicos amplios de nuestra nación pues el anterior régimen tuvo muchos aspectos encubiertos de socialismo. De todas formas da que meditar y que pensar que uno de los monumentos del anterior régimen legados a todos los españoles, la Seguridad Social, siguiese los principios miméticamente del sistema de Seguridad Social creado por el canciller de hierro Bismarck (principios social cristianos) en Alemania...en el siglo XIX.
Igualmente, en 1975, punto de partida de las transformaciones institucionales que garantizarían una de las democracias en ése instante más avanzadas del mundo, existía una realidad sociológica subyacente que posibilitaba estas realidades. Basta con releer las estadísticas internacionales de producción industrial de 1973 - 1975 para entender y saber que nuestra patria ocupaba primeros puestos internacionales (entre los diez primeros del mundo siempre) en diversas ramas clave de la industria, desde siderometalurgia, construcción naval, industria automovilística (lo cual naturalmente revertía en beneficio de todos los españoles) y sector por sector : me abstengo de seguir, guardo esas estadísticas (internacionales).
Otra cuestión es que esta realidad pasase inadvertida para muchos europeos entonces, al no estar España integrada en la Comunidad Económica Europea, como el sistemático menosprecio latente respecto al anterior régimen en muchas opiniones públicas de naciones europeas. Igualmente otra cuestión es saber realmente que subyacía en las causas del llamado malestar español existente entre los finales de los setenta y avanzados los noventa: un país, si bien desarrollado, con una atroz tasa de paro. Como situar, en su contexto, la gran polémica respecto a saber si en España hubo en realidad bajo el periodo de los gobiernos socialistas desde 1982 hasta 1996 una reconversión industrial, o bien una desindustrialización.
Implícitamente todas estas cuestiones y sus consecuencias las vivimos en realidad los españoles en nuestros días y subyacen en la actual problemática socioeconómica y las discusiones en el campo de la política.
Esta entrada corresponde a Sábado 12 de Mayo.