viernes, 25 de mayo de 2007

EL KHMER ROJO EMPEZÓ ANTES A ACTUAR.

Siempre me ha fascinado, como historiador, la cuestión del Khmer rojo , conocido por los millones de víctimas del mismo como Angkar. El Khmer rojo era esa siniestra organización llamada Partido Comunista camboyano. El PCC (reitero, autodenominado y denominado Angkar) era la Organización responsable de la desaparición de la tercera parte de la población camboyana, según unos especialistas, o de la cuarta, según otros especialistas, mientras hipotéticamente los autodenominados miembros del Angkar "gobernaron" Camboya. La palabra gobernar sería en éste caso abusiva: en realidad violaron enteramente nunca mejor dicho una sociedad, es decir, destruyeron enteramente un país.
Mas la pregunta es: desde que las tropas norteamericanas abandonaban Phnom Penh en 1975, hace treinta y dos años, ¿quiénes eran responsables de los destinos de un pueblo destruído?
Ya dijo otro carnicero conocido que algunos muertos eran una tragedia, un enorme número de muertos una anécdota. La miopía (por no hablar de otras cuestiones) de grandísima parte de la izquierda internacional sobre el mismo proceso que impulsase el Angkar es antológica y monstruosa. Empezando durante años por el silencio respecto al vaciamiento de todas las ciudades del país, iniciado por su capital; y otros aparentemente asuntillos colaterales como el arrasamiento de todos los templos, y terminando por las masivas fosas comunes (incluído enterrar a las víctimas aún vivas) o las hambres planificadas convirtiendo la abrumadora mayor parte de la población del país en reclusos forzados.
El silencio abrumador de los medios periodísticos de izquierda (específicamente la española aquellos años) sobre aquella inmensa tragedia, provocada finalmente tanto por la irresponsabilidad del monarca Norodom Sihanuk al permitir usarse su nombre por un grupo de locos ( junto con otros factores por cierto simultáneamente que serán desglosados en su momento en otra entrada) parecería deberse a que el Khmer rojo obedecía, en su etiología, a una "causa progresista" así llamada y, claro, hipotéticamente antiimperialista. Nadie ha demostrado aún evidentemente que el Khmer blanco no fuese patriótico ni amase a su pueblo.
Algunos de los peores fenómenos (por no utilizar una expresión más fuerte) de la agonía del régimen Khmer blanco fueron indudablemente provocados, indirectamente, por el Khmer rojo. Ahora debe enjuiciarse al Khmer rojo. Juicio difícil. Mas las noticias saltan a cuentagotas. Una noticia en Le Monde , periódico nada sospechoso, según un testigo, afirma que las supuestas "zonas liberadas" por el Khmer rojo eran, desde principios de los setenta, en Camboya, inmensos campos de concentración.
¿Pero de qué se extrañaban los supuestamente invictos representantes del bloque progresista? Si alguien como Santiago Carrillo, según dejé constancia en otra entrada, consideraba a Corea del Norte como una pequeña Suiza, o a Ceaucescu como a un "progresista" (desde luego, un individuo como Santiago Carrillo nunca pasaba sus mejores días en aquellos "paraísos" sino en la decadente España), ¿cuál sería el puesto reservado por una izquierda entre miope y ciega al Angkar camboyano?La indiferencia y el silencio es también expresión del apoyo a un genocidio. Pero, claro, al parecer para estas lumbreras de la gauche ciega, los carniceros del Angkar eran "progresistas".

Entradas previas al 25 de Mayo.

Martes 22 de mayo. China (V): "El futuro de la globalización y China en él".

Revisándose.

Miércoles 23 de Mayo: "Recuerdos personales sobre melodías: Sobre el barroco español".

Revisándose.

Jueves 24 de mayo: "Malta: la belleza de una isla europea".

Es preciso recordar la misa ortodoxa y ecuménica , de rito melkita, a la que asistí en Bruselas en Noviembre de 2.005 y por una sorprendente casualidad. Representantes de todas las confesiones estaban en aquella preciosa Iglesia. El nuncio de Su santidad estaba presente también. Hoy pensaba precisamente en la homilía que dirigió, a los presentes, el sacerdote árabe que oficiaba la misma.
Se celebraban igualmente una serie de conferencias sobre San Juan Crisostomo, uno de los padres de la Iglesia universal. Ortodoxos y Católicos compartimos siempre la patrística entre muchas cuestiones hasta que en el siglo XI se excomulgasen mutuamente el Santo padre de Roma y el Patriarca de Constantinopla.
El sacerdote melquita habló siempre, en un exquisíto francés algo gutural, de Allah. Aquella expresión refiriéndose a Dios sorprendía algo a los oídos de un español. Recuerdo aquellos cánticos envolventes y misteriosos para cualquier occidental, cánticos monocordes de la liturgia Oriental. La riqueza litúrgica de la ortodoxia siempre llama la atención.
Algo similar ocurre, cuando hablamos de canciones litúrgicas, respecto a los ritos y melodías dentro de la misma ortodoxia: piénsese, en otro caso, siendo siempre misas cantadas, en la combinación de melodías, de acuerdo bien con la ortodoxia característica de Rusia o de la Georgiana.
La abrumadora mayoría de europeos parecen olvidar (o bien ignoran) que hay un sitio, en Europa, donde a nuestro Dios Católico se le llama parece ser y también implícitamente Allah: es, precisamente, así llamado también en un lugar tan católico como en la isla de Malta. La belleza de aquel pequeño archipiélago sorprende siempre a cuantos lo visitan pero algo más también. Pues en Malta, isla y estado miembro de la Unión europea, parece ser que se habla maltés; sin embargo el idioma así llamado es una variante dialectal del árabe (en rigor, el único estado europeo donde se habla una evolucionada variante dialectal de la lengua árabiga con influencias italianas y específicamente sicilianas).
La mayoría de los europeos, igualmente muchos españoles, parecen olvidar siempre sin embargo dos cosas: Allah, para los musulmanes, no es desde el punto de vista teológico exactamente Yahveh como lo es en la versión monotelista hebrea, ni es el Yahveh Uno y Trino como lo es para nosotros los cristianos.