jueves, 31 de mayo de 2007

ANOTACIONES LIBERALES: LA RELACIÓN ENTRE PASADO Y FUTURO (II)

Un principio de Didáctica dice siempre que, en didáctica, los contenidos son indisociables de los procedimientos. La Didáctica es una Ciencia social pero, al fín y al cabo, es una Ciencia social instrumental, es decir, orientada hacia una función.
Al fín y al cabo los conceptos se olvidan siempre según parece ser.
Es sorprendente plantearse qué ocurrió en España en esos momentos de 2.000 - 2.004: como plantearse qué ocurre en estos de 2.007. Al fín y al cabo, lo que vamos descubirendo los españoles en muchas cuestiones es que todo se convierte en una inmensa mentira progresivamente.
El mismo principio de falta de respeto a los conceptos es evidente en países del Africa tropical donde, para desgracia de sus habitantes, el número de votos rebasa el de votantes. Fenómenos, causados precisamente por la crísis conceptual, que empiezan a acontecer incuestionablemente en nuestra España... en Andalucía en algún lugar.
La Historia es una de las áreas más sensibles susceptibles de manipulación. El vocablo Historia es siempre polisémico además: puede ser un relato sobre el pasado, mas la Historia es Ciencia también. En Historia acontece como en medicina: el vocablo hecho histórico es como el vocablo acto médico. Uno de los principios esenciales de las Ciencias humanas y sociales es , en el campo de la Historia, que en función de los hechos históricos consignados en el espacio y tiempo la Historia como Ciencia crece; crece enriqueciendo sus métodos y floreciendo diversas escuelas (no una única sectaria), crece en investigaciones, crece en interpretaciones, mas siempre respetando los hechos históricos previos incuestionables. Nunca crece la Historia cambiando los hechos históricos o invirtiendo las categorías de análisis en el mál sentido: es decir, haciendo tabula rasa de los mismos para impartir consignas sectarias.
Nunca crece, por ejemplo, afirmando que "el ejército se enfrentó al pueblo en 1936" consigna política y mentira bellaca además.
Esto de las consignas sectarias es un aspecto más sensible aún cuando se entra en el campo de la didáctica, pues en didáctica. al ser Ciencia pero también técnica instrumental, los contenidos son indisociables de los procedimientos y al revés, cuestión interesante y de interesada disociación y crecientemente olvidada en varias regiones españolas.
Aquí se explicita una anecdota auténtica: unos hechos históricos entre otros tantos miles y miles como viven muchas personas .
Cuando en un centro universitario de una ciudad andaluza las encuestas secretas e ilegales, rellenadas supuestamente por alumnos del CADUS, del año 2.002, empiezan afirmando que "el profesor domina la materia" para negarlo aparentemente los alumnos: y las mismas se utilizan ( entre otras razones) , pues vaya si se utilizaron, para despedir a un profesor incorporado en 1990 al sistema universitario andaluz, utilizadas en cuatro ocasiones por el nuevo director de Departamento nombrado en Julio de 2.002 quien despide en todo momento a dicho profesor por orden según sus palabras de Junta de Andalucía y Universidad hispalense...
Curiosamente ni un solo cordero en esa facultad y dirigido al matadero ese año protestó con dichas encuestas, ilegales e inconstitucionales. Ni naturalmente el Comité de empresa protestó.
Sobre todo cuando dicho profesor universitario fué despedido por impartir sus contenidos universitarios, y conserva su docencia teórica (y práctica), de asignaturas obligatorias y troncales, impartida por cuatro cursos académicos en cuatro asignaturas obligatorias y troncales en dicha segunda Facultad en que trabajó.
Dicho profesor padeció por cuatro cursos académicos un contrato abusivo: progresivamente inhumano y degradante el útimo curso académico, siempre ilegal, no contenido en convenio universitario nacional o autonómico, ni en ámbito público o privado. Esos sindicalistas se olvidaban siempre de su antiguedad de nómina.
Dicho profesor fué aparentemente suspendido por los alumnos de dicho centro universitario andaluz en las materias que motivaron su entrada en el sistema universitario andaluz. En 1990 dicho profesor fué primer expediente de Sevilla y tercero de Andalucía, en Convocatoria pública de Dirección de Universidades e Investigación, y muy posiblemente también número dos de su promoción de especialidad como Licenciado superior en Geografía e Historia. Tampoco este profesor tenía en esos momentos, 1989, planteado realizar una carrera universitaria: le ofrecieron hacerla.
Desde luego este profesor nunca imaginó que sería purgado administrativamente doce años más tarde ... primero, por cumplir con su obligación como estudiante previamente y años más tarde como profesor, impartiendo los contenidos teóricos pertinentes en estas materias : por él actualizadas previamente a su docencia, claro. Tampoco imaginó que, mientras se encontraba en Polonia según consta en pasaporte en Noviembre de 2.001, le sería adscrito ignorándolo él un alumno de CADUS a quien en Noviembre de 2.001 él desde luego no conocía, alumno esencial en sus cuatro despidos. Ni que se utilizase en su mismo despido y por tres años tras él la imputación de realizar una supuesta apología del fascismo en Polonia.
En todo caso es interesante pensar en el futuro qué espera a sociedades humanas, políticos sectarios o los grupitos de profesores y alumnos que aplican estos sorprendentes principios en los cuales los supuestos alumnos deciden el nivel de conocimiento de los profesores.
Que las universidades puedan convertirse progresivamente en inmensas fábricas productoras de consignas sectarias bajo el epíteto "conciencia crítica" y "formación para el mercado laboral" (sin contenido ninguno) es corolario del concepto erróneo que afirma que el alumno decide si el profesor sabe la materia. Sobre todo cuando esas encuestas secretas e ilegales se utilizaron tres años más tarde, también, para impedir la reinserción laboral de dicho profesor negándole de nuevo, también como tres años antes, su título profesional de Licenciado Superior en Geografía e Historia.
La nada. La nada (no se habla en el aspecto material, claro) es el final que espera a quienes olvidaron algo que muy claro tienen los chinos por ejemplo o tenía muy clarito Agustín de Hipona. Confucio, en sus escritos, por ejemplo, dejó siempre estipulado y aclarado que el trabajo intelectual es uno de los más nobles, más duros y más arduos , en el buen sentido de la expresión, de los trabajos.
Algo que un grupito de autodenominados profesores involucrados en aquel mobbing (quienes no impartían docencia) y el grupito de alumnos sectarios (quienes se sentían "clase explotada" por tener que estudiar un poquito) olvidó naturalmente.