miércoles, 25 de abril de 2007

ANOTACIONES LIBERALES (XVIII y XIX): DAS NICHT FRENTE A EUROPA.

Goethe estaba rodeado de adulación. Mujeres hermosas le halagaban. Todos sabemos cuán ocasionalmente mujeriego fué Goethe. Su vida literaria, como muchos personajes femeninos en sus obras, nunca se entienden sin las mujeres de su vida cotidiana. Goethe, entre muchas frases y aforismos suyos, había escrito aquella frase de : es preferible la injusticia al desorden. Una frase naturalmente también sacada de contexto : debe situarse también en la mentalidad subyacente de las cámaras asesoras de los príncipes alemanes, pues para edificar la justicia siempre es preciso el orden, al generar el desorden más injusticia.
En aquellos momentos, simultáneamente, otro gran escritor alemán (prosista, poeta, como filósofo de la existencia) languidecía enfermo y solitario. Este gran hombre siempre escribía por las noches bajo la trémula luz de un candil, tiritando de frío y aparente miseria. Goethe sin embargo, rodeado de bellas damas, frecuentaba también entretanto las fiestas cortesanas. La posteridad equipararía a los dos, pues ambos evitaron incurrir en das Nicht. La nada. Ninguno era culpable de la situación de otro. Mas ambos escribían en sus vidas paralelas siempre.
Aquellos años casi también un joven poeta y escritor, autor de los Himnos de la noche, el joven von Hardemberg, redactaba una pequeña obra maestra, con ella creadora definitiva del romanticismo alemán. Mas nunca debe olvidarse aquella otra obra suya, Cristianismo o Europa, expresando la última razón de ser de Europa y de Alemania: la profunda conciencia de sí de Europa en torno a la religión cristiana.
Otro de los von Hardemberg, caballero ilustrado, como canciller del Rey de Prusia, previamente equiparó entonces a los judíos con los demás ciudadanos. Pues aquel von Hardemberg siempre supo que Jesús fué un rabbí judío.
Estos principios básicos, tan claros en aquellos autores alemanes y un político, europeos como nosotros casi dos siglos después, hoy se olvidan obviamente en una España que se sigue insertando en la Unión de una Europa comunitaria. Una Europa comunitaria básicamente christiana. Si quiere el amable lector, sociológica y abrumadoramente judeocristiana.
En nuestros días, se abre una sorprendente dinámica en España, con unos riesgos evidentes.
En primer lugar, en esta situación de creciente riesgo nacional se explicita, por un sector, que se puede preferir simultáneamente el desorden y la injusticia.
En segundo lugar, en esta situación de creciente riesgo nacional se explicita, por un sector, que España no es en realidad una nación judeocristiana y cristiana. Dígannos cuáles son entonces nuestras raíces.
En tercer lugar, en esta situación de creciente riesgo nacional, se olvidan que Europa se edifica a través de los estados y no de las hipotéticas e inviables, en muchos sentidos, regiones europeas.
Estas tres realidades me llevan a plantear la problemática de cuál es la nada hacia la cual aparentemente se desliza España entre la indiferencia de muchos. Mañana se hablará de esto.

ANOTACIONES LIBERALES (XIX) (*). Das nicht frente a Europa.
Jueves 26 de Abril, colocado el Viernes 27 pasado, posteriormente desaparecido.

Hoy y aquí se rememora uno de los números de la revista Joie de Vivre , Oh la lá , cuya portada es una deliciosa pintura naif en la cual, rodeados de gigantescas plantas y flores, una joven pareja va a almorzar. En esta escena la joven pareja, sentados en una mesa de restaurante cara a cara, está rodeada de flores y plantas. Enormes y desproporcionadas. Un maitre interesado, estilo de personajes algo Botero ( el gran pintor colombiano), maitre mas delgado, un caracol en su frente, anota el menú. Sobre la jovencita se alzan unos gigantescos tulipanes, de colores vivos y luminosos.
Releía hace unos días igualmente a un autor, W.J. y su precioso ensayo sobre L´ ironie. Mas W.J. nunca piensa en la Historia en realidad entendida como Ciencia o como relato. La realidad subyacente en los hechos históricos nunca es ironía y a veces encubre lo que es una tragedia atroz.
Al fín y al cabo todo se reduce, en el ámbito humano y social, a algo muy sencillo en la existencia diaria tanto de los seres humanos como de las sociedades. Es, metafóricamente, el amor bíblico entre millones de parejas como Adán y Eva (Eva siempre agitando la dichosa manzanita) el que ha hecho también a nuestra España a lo largo de 2.000 años. Veintitantas generaciones, una vez antes de ser ancianos, metafóricamente hablando, de jovencitos Adanes y Evas, sumando ochenta generaciones de niños gritones, como las actuaciones de quienes no pudieron tener pequeñines Caínes y Abeles. Nunca se olviden también de quienes no pudieron tener Caíncitos y Abelitos pues el Señor se lo negó o no pudieron. Todos ellos han creado y recreado, con los esfuerzos combinados de todos, nuestra España. Esta realidad, llamada España, que hoy vivimos, nada tiene que ver con Das Nicht sino, por el contrario, con la aparentemente progresiva desarticulación administrativa de una realidad común subyacente.
Dice un refrán, relativamente equivocado, que los pueblos felices no tienen historia. En un sentido los españoles estamos sobrecargados de Historia ciertamente como también, en otro, comenzamos a estar saturados de una crecientemente falsa historia, por simplificación como por omisión. Ello se vive en una serie de comunidades autónomas. Pero el substrato común, legado por todos nuestros antepasados, comunes hizo a nuestra España: eso no es das nicht. Nuestra España existe en Europa de sobra.
P.d.: Esta entrada estuvo prevista ayer día Jueves.