viernes, 27 de abril de 2007

ANOTACIONES LIBERALES (XX). ¡MÁS MADERA! (GROUCHO MARX).

Releyendo a S. Kierkegaard, bajo el título Either/Or (*), volúmen segundo, libro a mí obsequiado por un amigo norteamericano, en dos páginas diferentes, es preciso destacar dos cuestiones.
Edición A doubleday Anchor original.Primera, "If conjugal love is a genuine first love, it has something hidden about it, it does not wish to display itself, does not devote its life to the ostentation of family visits, does not derive its nutriment from polite congratulations and an exchange of compliments not from an idolatrous adoration of the family".
Y en el mismo volúmen, más adelante, afirma lapidario: "If a married man were to say that the perfect marriage is one where there are not childrens, he would be guilty of the same misunderstanding as the philosophers". Cierto es, mas en éste diagnostico de Kierkegaard hay otras cuestiones en párrafos sucesivos en este discurso.
Una de las características más sorprendentes, la cual es fascinante por su progresión geométrica exponencial, de la región en la que vivo es, sociológicamente y en los últimos tiempos, el recurso a los niños como instrumentos en nuestra sociedad.
En un sentido, afortunadamente, la sociedad andaluza, tras vivir por casi veinte años bajo las circunstancias de la Gran depresión americana de los veinte, apuesta siempre aún por los niños, en el marco de una preocupante implosión demográfica globalizada en España.
Sin embargo estos niños, en nuestros días, se convierten con relativa frecuencia también en instrumento y pretexto, en la vida cotidiana, para justificar todo lo injustificable. La primera característica de los niños es la inocencia, dejénlos pues en paz como pretexto. Quienes actúan así, so capa de moralina en lugar de moralidad, están haciéndolo con la misma actitud que la contraria que tanto critíca la Iglesia.
Los pecados capitales son nada menos que siete, la Lujuria solamente uno de ellos. La lujuria o falta de ella solamente se atestigua en los confesionarios por cierto. La misma Iglesia Católica habla siempre , tanto, de la paternidad responsable como del intento de alcanzar la perfección matrimonial, en el proceso de donación mutua de ambos esposos. En este mensaje están incluídas, naturalmente, las parejas que no pueden tener hijos.
Nada hay más odioso que discriminar y perjudicar a las parejas o a las personas invocando el pretexto de la carencia de los hijos : bien por no haber tenido hijos , bien por no haber podido tenerlos o bien, eventualmente es legítimo también en el caso de quien sea, no haber querido tenerlos. Un niño es alguien muy importante y muy serio: pues todo niño responsablemente concebido, en el marco de una familia, es finalmente una potencialidad querida por Dios.