domingo, 15 de abril de 2007

RECUERDOS PERSONALES SOBRE MELODÍAS (II): "HENRY PURCELL Y SU DIDO Y ENEAS".

Es aparentemente sorprendente y sintomático que, muy seguramente, la única auténtica ópera de Purcell, además de ser la famosa, fuese en realidad por él compuesta para ser interpretada por unas jovencitas pensionistas de un internado de la nobleza. No en vano la calidad de una obra de arte no está en relación a unas jovencitas destinatarias no profesionales sino en su valor intrínseco. Dividida en tres Actos, ninguno de los fragmentos de la misma ópera deja indiferente a quien la escucha. Purcell, en la composición musical de su libreto, demuestra su extraordinario talento; interrelacionando tanto la descripción de los estados de ánimo de los personajes de acuerdo plenamente al texto del libreto como consiguiendo transmitir también al oyente, con un evidente crescendo, sus estados de ánimo. Existen algunas evidentes estridencias musicales ocasionalmente ( intencionadas) en su versión inicial de la leyenda de Dido y Eneas.
Cada interpretación de un mismo libreto de ópera varía ligeramente según los intérpretes , siendo estos diferentes, bien en su ritmo, bien en su cadencia como en su sensibilidad. Siempre me entristece, sin embargo, no poder visualizar la misma, combinándose orquesta, personajes, danzas, tal como se plantease. Las danzas estaban previstas simultáneamente a las canciones como eran abundantes en la versión inicial.
No hablo de una sonoridad inicial desaparecida en el espacio y tiempo. Fué compuesta para una ocasión específica. En este caso hablo ( me atengo a ella en este recuerdo sobre unas melodías) de la interpretación de dicha ópera barroca por la Mermaid Singers & Orchestra, siendo Dido, Reina de Carthago, encarnada por Kirsten Flagstad: Belinda , confidente de ella, por Elizabeth Schwarkopf . Eneas, por Thomas Henley. Una grabación con sello de EMI Classics en versión de la Colección Concierto Barroco, evidentemente antigua, antigüedad que no desmerece en absoluto de su virtuosismo sobresaliente. Lo clásico siempre es intemporal. Del Acto II, Segunda escena (el bosque) el tercer fragmento " Oft she visits this lone mountain " es uno de mis preferidos de dicha ópera.
El presente comentario musical carece de intenciones publicitarias, simplemente compartir un recuerdo musical con el lector. El próximo se refiere a la Ópera barroca Aci, Galatea y Polifemo en recuerdo cariñoso de mi estimada amiga Galatea, miembro de nuestro círculo de amigos y demócratas liberales y conservadores , de ideología social cristiana.