domingo, 29 de abril de 2007

ANOTACIONES LIBERALES (XXI). SCOUTS CATÓLICOS.

El pensar en los Scouts católicos es una de las primeras imágenes recurrentes, en mi caso, de una infancia, adolescencia y primera juventud: en realidad trayectoria vital hasta mi mayoría de edad. Fuímos Scouts, amalgamándose en nuestra manada inicial de lobatos los principios tanto de Baden Powell como de la Iglesia, y bajo periodo de la dictadura anterior hasta 1975.
Régimen autoritario que terminó en 1978. El primer libro que me puso en contacto con el scoutismo, un libro de la factoría Walt Disney, estaba protagonizado por los sobrinos del Pato Donald, maravilla psicopedagógica diseñada para niños de ocho o nueve años. Libro lleno de optimismo y éste no pensaba educar en el resentimiento ni en la tristeza, como tantos libros posteriores que he visto. Libro que pretendía desarrollar la inventiva, el juego y la autonomía en los niños que nos identificábamos, con siete años, con los sobrinos patitos del Pato Donald.
Recuerdo que otro tipo de scouts, entiéndanse laicos, siempre nos negaban el derecho de ser scouts siendo"católicos" como nuestros amistosos rifirrafes entre "laicos" y "católicos" en Gymkhanas. Vaya supuesta incoherencia amalgamar Baden Powell y doctrina de la Iglesia. El Amor a Dios, a la Patria común, siempre es principio scout. Existía entonces también otra realidad juvenil, en relación al anterior régimen dictatorial y hoy desaparecida, la OJE, con la cual nunca tuvimos contacto.
Estos recuerdos siempre me dan que reflexionar sobre la extraordinaria libertad de movimientos que existía en nuestra nación, nada menos que a fines de los sesenta y hasta avanzados los setenta. No recuerdo que nadie nos molestase , nunca, en las largas marchas y excursiones de un lugar a otro de la geografía regional de lo que hoy es una Comunidad Autónoma : como tampoco que tuviésemos que seguir, no las recuerdo desde luego, las hipotéticas consignas de un regimen no totalitario. Igualmente recuerdo la absoluta seguridad pública existente, dejándonos los padres ir a aquel nutrido grupo de niños disciplinadamente caóticos, encabezados por un Akela ascético y delgado y un Baloo rellenito de solamente dieciseis o diecisite años lejos de nuestra ciudad.
El recuerdo de los Scouts, yo estaba integrado en los Scouts ubicados en una parroquia sevillana, en cuyo barrio actualmente resido por circunstancias de la existencia, no puede hacerme olvidar otra realidad. La realidad en la cual se criaron muchos jóvenes españoles, simultáneamente, también siguiendo principios scouts en apariencia, la llamada Organización Juvenil española : tutelada siempre por sacerdotes. Organización que hizo mucho por muchos jóvenes españoles. Organización juvenil que sufrió, posteriormente, la sistemática hostilidad del poder en muchos lugares hasta desaparecer. En ocasiones acampábamos , incluso, cerca unos de otros.
Siendo mañana creo el día de los Scouts, con motivo de su centenario, el mejor homenaje que puede realizarse a los mismos, es recordar tanto al fundador del movimiento scout internacional , Baden Powell, inglés y militar.
Como recordar igualmente, en nuestra manada, la libertad y pluralidad de las familias de cada uno, desde familias completamente comprometidas con el régimen anterior, hasta familias enteramente disidentes al mismo y que no vivían de él desde luego, sin verse por cierto en cualquier grado de compromiso perjudicadas en su existencia. Libertad como apoliticismo en la vida cotidiana respetada siempre, en nuestro grupo scout, sin aspavientos ni retórica, por nuestros Akela, Baloo y un entrañable Caballo loco, en torno a los principios de Baden Powell y a la influencia de la Iglesia católica en nuestro caso.
P.d. Hoy efectivamente es el centenario del día de los Scouts.